Hola a tod@s!
Pues eso, que quería estrenarme en esto de poner recetas, y casualmente hoy también he debutado en el apasionante mundo de las focaccias. Como aún no tengo tomados los tiempos, las cantidades y las medidas, no me ha quedado todo lo bien que me hubiera gustado, pero la verdad es que es un tipo de pan muy fácil de hacer y muy agradecido, así que os recomiendo que os animéis a hacerlo si aún no lo habéis intentado. Es ideal para empezar a experimentar con los panes. Y está de muerte
Para la receta base consulté unas cuantas webs, y luego acabé haciendo un compendio tuneado.
Ingredientes masa
350 grs. de harina de fuerza (como no tenía un paquete entero, vaya tú por Dios, he sustituido un poco menos de la mitad por harina normal)
180 grs. de agua
25 mls. de aceite de oliva
10 grs. de levadura fresca de panadería
Una cucharadita de sal
Una cucharadita de azúcar
Ingredientes mejunje para untar por encima
Para pincelar por encima, en un cuenco pequeñito he mezclado unos 50 mls. de aceite, la misma cantidad de agua, tres o cuatro dientes de ajo machacados, un poco de sal, un poco más de pimienta, y un mucho más de orégano y romero.
Pasico a pasico
Cogemos la levadura y la diluimos en agua tibia, a la que también le echamos la sal, el azúcar y un pelín de nada de harina, y dejamos un ratito que haga su efecto.
En un cuenco aparte, mezclamos la harina restante, que básicamente es casi toda, con el aceite y el aguachirri, o sea, con el agua que lleva la levadura disuelta. Y amasamos ahí bien unos cuantos minutos. Si vemos que la masa se pega a los dedos, le añadimos un poco más de harina.
Dejamos reposar la masa un buen rato para que suba (mejor todavía si la cubrimos; yo lo he hecho con film transparente, y la he tenido multiplicándose mientras comía, me duchaba y sacaba a pasear a la perra, o sea, no sé cuánto tiempo, pero bastante
). A continuación engrasamos la bandeja del horno, es decir, con un pincel le damos bien de aceite (qué mal que suena esta expresión ahora que me fijo
), y extendemos la masa encima, de modo que quede toda cubierta de manera uniforme. Entonces con el dedo pulgar y un pelín de mala leche (tampoco hace falta que nos pongamos violentos y acabemos arreándole con el puño, eh? 
), marcamos unos hoyuelos de manera uniforme por toda la superficie. Este último párrafo se entiende mejor viendo la foto. Pal resto no hay foto, así que no se entiende na Bien, hecho esto, tapamos la bandeja con film o lo que nos venga mejor y dejamos reposar otro ratito largo, para que la masa tenga una nueva oportunidad de subir. Yo como soy asín de chula y no doy segundas oportunidades a naide, me he saltado este paso porque se me ha olvidado
, y no me ha subido tanto. A estas alturas, ya nos habremos puesto a precalentar el horno a 200 grados y a preparar el mejunje con el que pincelaremos por encima.
Antes de introducir la bandeja en el horno, le untaremos el susodicho mejunje con un pincel, y lo hornearemos durante 20 ó 30 minutos, según el tipo de horno, la cantidad de masa, el tipo de bandeja, etc. Unos minutos antes de sacarlo, le he dado otra vez con el pincel y el mejunje. También le he dado unos minutos de gratinador, pero esto ha sido una opción personal un poco a la desesperada, porque me daba la impresión de que no se me acababa de dorar aunque ya estaba hecho.
Extraemos del horno y dejamos encima de una rejilla. Como lo he probado así recién sacado y me ha parecido que sabía poco a especias (es que a mí me gusta muy condimentada), le he echado por encima orégano y romero secos y molidos, y entonces ya estaba de guays
Saludetes
