Hacía tiempo que quería probar el clásico pastel empanado de pollo al curry, y ayer por fin me decidí a hacerlo. Hay muchas recetas por ahí, pero como ninguna me acababa de convencer, terminé haciéndolo a mi manera y con los ingredientes que prefiero. Resultó una auténtica delicia que pienso repetir hasta la saciedad




Ingredientes (en mi caso, para llenar tres moldes rectangulares pequeños de 13 x 10 cms.)
Una lámina de hojaldre del que venden preparado en el súper
Unos 280 gramos de pollo (yo usé la pechuga fileteada que ya tenía)
Un calabacín
Un puerro
Una cebolla
Un ajo
Un brik pequeño de nata líquida para montar (200 mls.)
Un puñado de piñones
Una pizca de sal
Una pizca de pimienta negra molida
Una pizca doble de canela en polvo
Una cucharada sopera colmada de curry en polvo (o dos rasas)
Aceite
Preparación
Cortamos las verduras y el pollo en trozos pequeños.
En una sartén, sofreímos el ajo, la cebolla, el puerro y el calabacín de la forma habitual.
Cuando empiecen a estar hechos, incorporamos los piñones y el pollo (este último ya salpimentado y rebozado de canela). Añadimos el curry y salteamos unos minutos más.
Antes de que adquieran un aspecto dorado, echamos la nata líquida y rehogamos un rato, hasta que la nata empiece a reducir y se forme una especie de bechamel, pero que no sea demasiado espesa, ojo.
Quitamos del fuego y reservamos.
Precalentamos el horno a 200 grados.
Por otro lado, cortamos varios trozos de hojaldre que nos sirvan para forrar el fondo y las paredes de los moldes que vayamos a utilizar.
Una vez que hayamos cubierto el interior de los moldes, pinchamos la superficie del hojaldre con un tenedor para que la masa no suba en exceso.
Con una cuchara rellenamos cada molde de hojaldre con su porción correspondiente de pollo y verduras.
Cortamos más hojaldre para tapar cada molde y ajustamos bien los bordes para que no se salga el relleno.
Mojamos un pincel en los restos de salsa que nos habrá quedado en la sartén y untamos bien la superficie del hojaldre.
Introducimos en el horno durante 20 ó 30 minutos, según el tipo de horno y de molde, la cantidad de masa, etc... Al final, podemos gratinar unos minutos si deseamos obtener un aspecto más doradito.
Saludos!
