Gusgus escribió:Oido cocina! Pues de momento aprovechando que no tengo ni una bolsa en casa, procuraré olvidarme de ellas!
Ya me lo temía pues al fin y al cabo llevan mucha grasa y a mi me gusta tomarlas despues de cenar.
Muchas gracias por vuestra ayuda.
¡¡¡Anda, acabo de darme cuenta que somos paisanas!!!!!
Bienvenida paisana.
Pues si hija si... ya siento ser la "aguafiestas" del post pero, en muchos casos la teoria es una cosa, y la realidad (nuestra realidad individual), es otra bien distinta.
Fíjate en el caso concreto de las pipas de girasol: éstas tienen casi el 50% de grasas,
pero ¿de qué grasas estamos hablando?...... pues son grasas monoinsaturadas muy
recomendades... de ellas se extrae el aceite de girasol, que es alto oléico y bueno para nuestra salud, no tienen apenas carbohidratos, y luego tienen vitaminas, minerales y bla, bla, bla... todo en su mposición te dice que no deberian engordar... pero luego yo me como un puñadito de nada... y ese día subo de peso.....
Por otro lado... yo todas las mañanas me cojo una rebanada grande y gorda de pan integral que me hago (carbohidrato de IG medio) y literalmente lo empapo de aceite de oliva, y... no me influye nada en la bajada de peso.....cuando en cada bocado que doy al pan, estoy comiendo muchísimos más carbohidratos con grasas monoinsaturadas que cuando me como un puñado de pipas, y en la tostada con aceite se confirma la teoria de monty de que las grasas
mono y poliinsaturadas son grasas buenas que se pueden mezclar con todo sin problema para la pérdida de peso mientras que con las pipas u otro fruto seco no...
Cuando hago mayonesa, con su huevo entero, su chorrito de limón y aceite de girasol, puedo echarle una buena cucharada a lo que yo quiera, que
no me afecta en absoluto, en los lácteos frescos... eso de
dos raciones máximo no va conmigo, pues puedo comer los que yo quiera que mi cuerpo ni se entera...
Por lo tanto, teniendo en cuenta la teoría, cada uno de nosotros debemos ir tomando los alimentos aptos y preguntándole a la
chivata de nuestra báscula qué tal los acepta nuestro cuerpo, y obrar en consecuencia.