Cada caja surtida de la Despensa de Palacio es c**o un pequeño tesoro de sabores, donde todo es de elaboración y creaci?n propia: milhojas de naranja, barritas de trufa y pistacho, turroncillos del alabardero, polvoroncitos imperiales, mantecados de canela, roscón de vino Pedro Ximenez con chocolate, lamelas de naranja, marron glacá o barquillos de chocolate?una exquisitez cada uno de ellos.
Además, desde la propia tienda se puede ver la f?brica: el horno, c**o envuelven a mano cada delicatessen, o las fotografias del dueño con el prestigioso Paul Bocuse.
Todo un lujo para cualquier época del año.
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