Picamos el pan la noche anterior, y remojamos con un poco de agua con un poco de sal disuelta...
Lo cubrimos con un paño h?medo, y a dormir...
A la mañana siguiente, en un caldero grande y ancho, freimos con aceite de oliva unos ajos enteros sin pelar y unos pimientos en tiras...
A continuación, doramos unas tiras de carne magra, en este caso de cochino...
Retiramos parte del aceite, y a fuego lento ahora es el turno de las migas, poco a poco volteandolas para que se vayan haciendo...
Una vez ya están listas las migas, añadimos el ajo, el pimiento, y la carne.
Listo para comer, directamente del caldero. "Cucharada y paso atrás..."
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