La posibilidad de que, al menos en parte, la epidemia mundial de obesidad está causada por un virus no es nueva. Aunque cada vez parecen acumularse más pruebas a favor de esta hip?tesis, estamos lejos de conclusiones definitivas.
En los últimos 30 años la obesidad se ha duplicado en Estados Unidos. En el resto del mundo, la evoluci?n ha sido similar. Y la razón de esta epidemia no está clara, al parecer. Un equipo de investigadores ha publicado un interesante trabajo al respecto en el último número de la revista que edita la Sociedad Americana de Fisiolog?a.
Los cientúficos realizaron una investigaci?n con una muestra de pollos, que fue dividida en cuatro grupos. Tres de ellos fueron infectados con adenovirus diferentes (Ad2, Ad31 y Ad37), y el cuarto se dejé de control. Todos fueron alimentados de la misma manera y sometidos a id?nticas condiciones. Cuando fueron sacrificados, a las tres semanas, se comprobé que el grupo que había sido infectado con el Ad37 pesaba más que los otros, y presentaba mucha más grasa, tanto visceral c**o total.
c**o este adenovirus, el Ad37, puede afectar al hombre, los investigadores sugieren la posibilidad de que tenga relaci?n con la actual epidemia de obesidad humana. Si así fuera, podría desarrollarse una vacuna para evitar que estas infecciones (producidas por el Ad37 u otros virus semejantes) favorezcan la obesidad de la poblaci?n.
Sin embargo, y c**o suele ocurrir en estos casos, la realidad es siempre más complicada. En primer lugar, no todo lo que es valido en animales lo es en el hombre. Además, algunos animales infectados con el adenovirus no engordaron, y los investigadores ignoran la razón. Quiz? el Ad37 marque una tendencia a engordar que debe ser activada por un exceso de comida. Por otra parte, tampoco se sabe la vaa de transmisi?n.
Todo ello hace que deba considerarse esta vaa de investigaci?n (y, en su caso, de prevenci?n) c**o algo interesante, pero ni mucho menos concluyente. Y, de cualquier manera, lo que es seguro es que en la actualidad tenemos armas suficientes para luchar contra la obesidad: cambiar las pautas de alimentaci?n y hacer ejercicio.
Fuente: El mundo, febrero de 2006
Que pasa que ahora a los gorditos nos van a tener que poner a parte para que no le contagiemos el virus a nadie data-ad-format="auto" data-full-width-responsive="true">