Por casualidad, escogimos para caminar una ruta que hicimos anteriormente contigo, mientras ascendía despacio aquella tremenda cuesta, recordaba tu facilidad para subirla, siempre se te ha dado bien esto de subir montañas... Ibas además tan sobrada, que te permitias el lujo de ir y volver sin parar, arriba y abajo.
Paramos en unas rocas a descansar y recuerdo que estuviomos haciendonos fotos, tú no querías fotos en aquel momento y así quedé plasmado, nuestras risas mientras te sujetabamos el collar intentúndote incluir en aquella imagen tan familiar a la fuerza.
Luego seguimos subiendo y encontraste el agua antes que nadie. Ayer estuvimos allí mismo, había poca agua, pero un buen montón de moras, no pude reprimirme y me llevé una a la boca, que dulce... Ahora empieza la temporada de moras, el año pasado nos acompañabas todas aquellas tardes en busca de aquellas moras para convertirlas en rica mermelada, para poder saborear algo del final del verano en invierno. Y nos manifestabas tu descontento y aburrimiento, con aquel llantillo de mentira que sabeis hacer, disfrutabas andando, pero eso de pararnos a recoger aquellas cosas negras que ni siquiera ol?an bien... te las daba a oler, he incluso intigrada por nuestra dedicación, mordiste una de ellas y la escupiste al suelo enseguida, c**o me re?a contigo.
Este año estoy aprendiendo a reir sola, sin que vengas divertida a unirte a la juerga aunque no sepas de que va la cosa, sin que me animes atuz?ndome con el morro por detr?s, sin que me dejes "tus regalos" con tremenda delicadeza encima de la manta que me cubre, pero se que aprender? de nuevo, por muchas trampas que me ponga la vida, pasar? por encima y lo conseguir?, ya lo verás y llevar? tu dulce recuerdo siempre junto a mi, para asegurarme de que mi sonrisa no se apague nunca. data-ad-format="auto" data-full-width-responsive="true">