Charlotte de crema catalana


Porciones / número de personas: 8
Tiempo de Preparación: 60
Tiempo de cocción: 30
Categoría: Postres
Dificultad: Fácil

Introducción:

Esta tarta provoca pasiones, todas la veces que la he hecho ha sido éxito garantizado.
De apariencia sofisticada pero a la vez muy sencilla de realizar, es un broche magnífico para cualquier comida o cena especial.

Ingredientes:

Para el bizcocho

135 gr. de clara de huevo
125 gr. de azúcar
90 gr. de yema de huevo
125 gr. de harina


Para la crema catalana

1 litro de leche entera
10 yemas de huevo
200 gr. de azúcar
40 gr. de maizena
Las semillas de una vaina de vainilla
3 hojas grandes de gelatina neutra
Una pizca de sal

Instrucciones:


Para el bizcocho

Precalentamos el horno a 170° C.

Pincelamos con mantequilla y enharinamos un molde redondo desmontable.

Montamos a punto de nieve bien firme la clara de huevo con el azúcar.

Con la ayuda de una espátula, incorporamos las yemas de huevo, mezclando desde abajo hacia arriba con movimientos envolventes.

Añadimos la harina tamizada con el mismo procedimiento.

* Este proceso es importante hacerlo a mano para no romper el punto de nieve.

Cuando todos los ingredientes estén bien integrados, vertemos la mezcla obtenida hasta cubrir las tres cuartas partes del molde.

Horneamos durante 25 minutos.

Desmoldamos y dejamos que se enfríe para sacar con mucho cuidado el interior del bizcocho, sólo dejando las paredes y la base para rellenarlo con la crema catalana.

*Las partes del bizcocho que no usamos para la tarta están estupendas para desayunar o merendar.

Para la crema catalana

Ponemos a hidratar las hojas de gelatina en agua con hielo.

Calentamos la leche a fuego medio, sin dejar que llegue a hervir. Apartamos del fuego y añadimos las semillas de vainilla.

Dejamos reposar durante 5 minutos.

En un bol aparte, batimos las yemas con el azúcar hasta que quede una mezcla esponjosa.

Deshacemos la maizena con un poco de leche fría y la incorporamos a las yemas. Mezclamos.

Volvemos a poner la leche a calentar a fuego lento, nunca debe llegar a hervir y le añadimos la mezcla de yemas, azúcar y maizena.

No podemos parar de remover para que no se nos pegue al fondo de la olla.

Cuando empiece a espesar, retiramos del fuego, añadimos las hojas de gelatina que ya estarán hidratadas y que habremos secado con papel absorbente para quitar el exceso de agua.

Removemos bien hasta que se disuelvan en la crema. Dejamos atemperar la mezcla y rellenamos el bizcocho con ella.

Refrigeramos la tarta al menos dos horas, pero está mucho mejor de un día para otro.

Decoración

Una vez que la tarta esté fría, la espolvoreamos con azúcar y la quemamos con un soplete de cocina para darle ese toque caramelizado tan característico de la crema catalana.

Yo la he rematado además con un cordón de merengue italiano al que también le he dado un toque de color con el soplete.

*Si la quemas de un día para otro el caramelo se disolverá e impregnará la tarta dándole un sabor mucho más intenso.


Fuente: https://www.lacocinadecarbon.com
Enviada por lacocinadecarbon (ver más recetas de lacocinadecarbon)
Publicada el 10 de mayo de 2013 a las 20:09
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