Saskia, por lo del yoga, es verdad que si te comprometes en ir a algún sitio es más fácil no abandonar. Sobre todo lo decía porque a veces, a algunas personas, con la ansiedad, no quieren ni salir de casa, y es una alternativa para poder estar en casa, pero trabajando en lo de mejorar
De lo otro, de los problemas ocultos, estoy completamente de acuerdo. No se puede generalizar ni descartar en el 100% de los casos, que no haya causas físicas o bioquímicas, pero que a veces se cree uno que no le pasa nada y si que pasa algo, pues es tan verdad como esos casos que tu has dicho.
Pero si uno no está preparado para verlo, poco se puede hacer desde fuera.
Y para los casos en los que uno crea que no hay nada psicológico, pues creo que sigue siendo muy necesario saber cuál es la causa. Si no se conocen las causas, por mucho que uno se tome, pues no se si es eso muy efectivo. Los médicos van probando con distinta medicación, claro, como a ellos no les "duele"...
saskia7 escribió:Como dice Saphonis, el Yoga es muy efectivo, pero si no se tiene fuerza de voluntad, es mejor ir a un centro, porque te obligas a ir, aunque.. si estás en plena crisis mejor en casa por aquello de los miedos a salir.
El Reiki, tanto iniciación como sesiones, tb funciona bien para relajarse, porque armoniza cuerpo, mente y espíritu.
Alguien comentaba por ahí que lleva años así y que no le encuentran nada físico ni tiene problemas en su vida. Pues tal vez no sea tu caso, pero yo he conocido 2 mujeres que llevaban desde los 20 años tomando ansiolíticos y antidepresivos. A las dos les habían descartado problemas físicos concretos y ellas decían que en su vida no había problemas. ¿Diagnóstico del psiquiatra?: Depresión endógena. Ago interno, pero no se sabía qué, según él, "probablemente desequilibrios hormonales".
Yo las iba conociendo y cada vez veía más evidente donde estaba el problema, pero ellas no, y como no eran mis pacientes, no me atreví a decirles lo que yo veía (de lo que hoy me arrepiento). Pasaron los años y primero una y luego la otra "despertaron" y se dieron cuenta de dónde estaba el conflicto. Una se dio cuenta gradualmente, por diversos cambios que llegaron a su vida, hizo frente al asunto y hasta hoy no ha tenido que medicarse más.
La otra tuvo que asumir de golpe que su marido la abandonó y, curiosamente, en vez de hundirse más ya que él era el centro de su vida, cambió, maduró, creció, se hizo más valiente, más fuerte y hoy vive feliz haciendo cosas que antes no se atrevía a hacer. Y es que, en este caso, el problema era el marido que la ninguneaba de mala manera y ella ciega de amor no lo quería ver.
Por eso digo que a veces no somos conscientes de que hay algo en nuestra vida que causa la ansiedad y sin embargo otro desde afuera lo ve.
Ahora me arrepiento un poco, porque sé que, una sobre todo, se hubiera parado a pensar en ello si se lo hubiera dicho. Pero bueno, lo importante es que las dos están muy bien ahora.