Escuela de padres
La preparación para ser padres es mucho más que leer unos cuantos libros y decorar la habitación del niño. He aquí 12 sencillas pruebas destinadas a los primerizos, a fin de ayudarles a prepararse para la experiencia real de ser padre o madre.
Las dos primeras pruebas están diseñadas separadamente para las mujeres y los hombres, el resto deben realizarlas ambos sexos.
PRUEBA INICIAL PARA LA FUTURA MAMÁ:
1-A. Prepárate para la maternidad, átate un saco de garbanzos a la tripa y ponte una bata encima. Déjalo ahí durante 9 meses y llévalo puesto incluso mientras duermes. Después de los 9 meses, abre el saco y quita sólo el 10% de los garbanzos. Continúa con el saco hasta que no puedas más.
PRUEBA INICIAL PARA EL FUTURO PAPÁ:
1-B. Prepárate para la paternidad, baja a la farmacia de tu barrio, vacía el contenido de tu cartera en el mostrador y dile al farmacéutico que se sirva él mismo. Luego vete al supermercado y domicilia tu nómina directamente en su oficina central. Vuelve a casa, coge el periódico, léelo por última vez.
PRUEBAS COMUNES:
2. Antes de lanzarte a tener hijos, busca una pareja que ya los tiene y critícales sin piedad por sus métodos de imponer disciplina, su falta de paciencia, sus pésimos niveles de tolerancia y por haber permitido que sus hijos se comporten como salvajes. Sugiéreles maneras de mejorar el comportamiento de sus hijos a la hora de acostarse, pedir hacer pipí o comer. Aprovecha, será la última vez que tendrás todas las respuestas.
3. Para hacerte una idea de cómo serán tus noches, coge un saco húmedo de entre 4 y 6 kilos, recorre tu salón arriba y abajo con el saco en brazos, sin sentarte, desde las 5 de la tarde hasta las 10 de la noche. A las 10 suelta el saco húmedo, pon el despertador para medianoche e intenta dormir. Levántate a las 12 y da más vueltas por el salón, con el saco húmedo, hasta la una. Pon el despertador para las 3. Como no podrás dormir, levántate a las 2 y prepárate una copa. Acuéstate a las 2:45. Levántate cuando suene el despertador a las 3. Canta nanas en la oscuridad hasta las 4 y vuelve a poner el despertador para las 5. Levántate. Haz el desayuno. Sigue esta rutina durante 5 años. Pon siempre buena cara. La prueba es aún más real si, durante los paseos con el saco húmedo, haces que tu cadena estéreo reproduzca la música que menos te gusta.
4. ¿Puedes aguantar los niños en casa? Para averiguarlo, unta crema de cacao en el sofá y mermelada en las cortinas. Esconde un trozo de pescado rebozado detrás del equipo de música y déjalo ahí durante todo el verano. Mete los dedos en las macetas y luego arrástralos por las paredes más limpias. Dibuja encima de las manchas con lápices de colores. ¿Qué tal queda?
5. Vestir a un niño pequeño no es tan fácil como parece. Primero compra un pulpo y una bolsa de redecilla. Intenta colocar el pulpo dentro de la bolsa de manera que no salga ninguno de los tentáculos por los agujeros de la red. Tiempo permitido para la prueba: toda la mañana.
6. Coge una caja de huevos vacía. Utilizando tijeras y un poco de pintura, conviértela en un cocodrilo. Ahora coge un tetrabrik, una pelota de ping-pong y un paquete de choco-krispis vacío y construye una réplica exacta de la Torre Eiffel. ¡Enhorabuena!, has aprobado las pruebas para ser miembro de la asociación de padres de la guardería.
7. Olvídate del coche deportivo y cómprate una ranchera. ¡Ah! y no la dejes en el garaje toda limpia y brillante, los coches familiares no son así. Compra un helado de chocolate y mételo en la guantera. Déjalo ahí. Coge una moneda de cincuenta céntimos y métela en la ranura del cassette. Coge un paquete tamaño familiar de galletas de chocolate y machácalas contra los asientos traseros. Araña ambos lados del vehículo con una llave. Ahí lo tienes. ¡Perfecto!
8. Prepárate para dar un paseo. Antes de salir, espera en la puerta del baño media hora, a ser posible con unas ganas tremendas de orinar. Después abre la puerta de la calle y sal con decisión. Vuelve a entrar. Vuelve a salir. Vuelve a entrar. Vuelve a salir. Baja por el camino otra vez. Anda por la calle muy despacio durante 5 minutos. Párate a inspeccionar con detalle cada pitillo apagado, chicle tirado, kleenex usado o insecto muerto que encuentres en la acera. Vuelve hacia atrás. Chilla que estás harto, hasta que los vecinos se asomen a mirarte. Date por vencido y vuelve a casa. Ahora estás más o menos preparado para llevar a un niño pequeño de paseo.
9. Repite siempre lo que dices, por lo menos cinco veces.
10. Vete al supermercado. Lleva contigo lo más parecido a un niño de menos de cuatro años que puedas encontrar (una cabra adulta es ideal). Si piensas tener más de un niño, llévate dos cabras. Haz la compra para una semana sin perder de vista las cabras. Paga todo lo que las cabras hayan comido o destrozado. Repítelo varias veces; mientras no puedas realizarlo con facilidad ni sueñes con tener hijos.
11. Ahueca un melón. Haz un pequeño agujero en un lado. Cuélgalo del techo y balancéalo de un lado a otro. Ahora coge un bol de papilla. Intenta meter cucharadas de papilla dentro del melón fingiendo que eres un avión. Sigue intentándolo hasta acabar la mitad de la papilla y vierte la otra mitad sobre tu regazo, asegurándote de que caiga mucha sobre el suelo. Ahora estás preparado para dar de comer a un niño de 12 meses.
12. Apréndete todos los nombres de los Power Rangers, de los personajes de las películas de Disney, Barrio Sésamo y las Tortugas Ninja. Cuando te sorprendas cantando canciones de Blanca Nieves en el trabajo...
por fin estarás preparado para ser padre. data-ad-format="auto" data-full-width-responsive="true">
