Kefirmanía.
Publicado: Jue 27 Ago 2009 18:17
Hola, chicas. Bueno, creo que ha llegado la hora de intentar comenzar un hilo sobre kéfir, pues han sido ya varias las compañeras que me han mandado mensajes privados con preguntas sobre el tema.
En primer lugar ‘confesar’ que yo solo soy una fanática mas, no una ‘experta’ del kéfir, de hecho, sigo aprendiendo cada día hablando con otra gente ‘enganchada’ a estos dichosos ‘bichitos’ que si te atrapan ya no te dejan. (He decidido poner este tema aquí porque me parece evidente que este es su lugar, aunque las chicas a las que me refiero participan más en los otros foros, los de ‘las maquinitas’ y demás. Supongo que en un foro de cocina alternativa, lo poco que yo pueda contar sobre el kéfir será ya superconocido, pero es que me gustaría que lo conociera también la gente que no lo ha oído nombrar nunca. Así que las que sabéis mas que yo, perdonadme las perogrulladas, eh… )
Las ventajas de tomar kéfir son innumerables (o casi, que esto tampoco es una Panacea Universal ni es la vacuna contra todos los males, quedémonos con los pies en el suelo, ehh…), y el que encontrara la formula para comercializarlo se haría de oro, ya que el kéfir es al mismo tiempo alimento y medicina.
Los productos tipo Actimel y demás yogures o medicamentos probióticos (píldoras, etc.) son un pálido reflejo de laboratorio de la realidad natural y casera que es el kéfir.
Por ejemplo. Unas diez veces al día emiten por televisión anuncios llenos de mujeres triunfadoras y felices que están sanas sanísimas gracias a esa botellita de Lactobacilus Casei Inmunitas que religiosamente toman cada mañana, y te cuentan con muchísima nomenclatura científica lo bueno buenísimo que es el tal Lactobacilus y lo bien que se porta con tu flora intestinal, y por tanto con tus defensas.
Pues bien. Los bacilus del Actimel son, efectivamente, buenísimos y sanísimos para tu organismo, tu flora intestinal y tus defensas, pero lo que hace el L.C.I. del ACT. con tu flora es simplemente “venir de visita”; viene, la saluda, le da una palmadita en el hombro y la refuerza un rato, y luego se va (no os voy a explicar por donde, por cierto…)
Sin embargo, el kéfir, llega y coloniza, es decir, llega y se queda, repuebla, amuebla tu intestino de flora intestinal, lo reforesta todo literalmente como el que reforesta un bosque quemado, resiembra un jardín intestinal donde antes solo había tripa lisa.
No se si me aclaro con la imagen.
Bueno, y hablando de imagen.
Tengo fotos preparadas para poneros, con todo el proceso de elaboración del kéfir y un par de recetas que ya os iré poniendo, pero no las puedo colgar porque las hago con el móvil, y este esta pachucho y tiene las conexiones estropeadas, pero ahí esta el fiera de mi hijo que en cuanto pueda me ira copiando poco a poco las foticos.
Pero por ahora, no puede el pobre, que tiene exámenes, criaturica…
Así que si os parece, os pondré “a palo seco” la receta de la elaboración básica del kéfir, y cuando se pueda, editaré este post para añadirle las fotos.
Kéfir de Leche.
Ingredientes
Unos nódulos de kefir.
Leche (de preferencia entera, si no, semi. En desnatada no crecerian bien)
*En un recipiente de plástico con tapadera se introducen los nódulos de kefir, y se les pone leche abundante.
*Se tapa, se reserva en un sitio ni demasiado frío ni demasiado caliente, y se deja trabajar tranquilo el kéfir durante un mínimo de 24 horas, y un máximo de 48, teniendo en cuenta que:
1° El kéfir de 24h es ligeramente laxante y el de 48h ligeramente astringente
2° Cuantas más horas de acción, más acido será el sabor del producto final.
*Es recomendable ‘sacudir’ el recipiente al menos una vez al día, mejor aun si se remueve con una cucharilla de plástico, para que los nódulos tengan acceso a toda la leche, aunque si no se puede, no pasa nada.
*A las 24/48 horas se toma otro recipiente (plástico o cristal), un colador de plástico, y una espátula de silicona, de estas de ‘rebañar’ los cazos (una amiga mía los llama ‘‘mezquino’, y así le voy a llamar desde ahora).
1. Se cuela el kéfir una primera vez, lo que ira más o menos fácil dependiendo de lo espeso que sea (si ha estado mucho tiempo será más espeso y ácido, al igual que si hay demasiados nódulos, o demasiada poca leche)
2. Volver a colar echando la leche kefirada otra vez sobre el colador donde esta el kéfir, sin esperar siquiera a que haya terminado de pasar la 1° vez. Así le ayudamos a pasar bien, ya que normalmente la 1° vez el líquido es demasiado espeso y se queda todo en el colador..
3. En este momento os recomiendo mi truco personal: volver a colar el kéfir una y otra vez, al menos 6 o 7 veces, hasta que la leche kefirada sea completamente líquida. He comprobado que con esto la textura del producto final se mejora mucho y queda mucho más cremosa y fácil de beber. La diferencia es completa, intentadlo una vez para comprobarlo; pasar el kéfir solo una vez o dos, o pasarlo muchas veces.
*Mediante un embudo, se pone la leche kefirada en una botella o bote que podáis meter en el frigo, y reservar. En el frigo aguanta bien varios días, y si no lo queréis beber más o tenéis demasiado, ya os iré dando ideas para cosas espectaculares que se pueden hacer con estas “sobras”.
*Normalmente, aquí es cuando se limpian con agua (de grifo o de botella) los nódulos del kéfir del colador, para luego volverlos a poner en su recipiente con su leche para que coman y trabajen hasta la próxima, pero os advierto que hay ‘polémica’, porque todavía no nos aclaramos si hay que lavar o no los nódulos del kéfir. Hay quien los lava cada día (para la cosa de la higiene con el tema de los lácteos), y hay quien no los lava nunca (porque la experiencia demuestra que el agua ‘molesta’ a los nódulos, que crecen mucho mas y mejor si no les ‘agredes’ con el chorro de agua, y que incluso el sabor cambia a más ácido cuando se les lava siempre). Yo los lavo poco, casi nunca, pero eso si, tengo otro ‘truco personal’: +/- cada semana los lavo exactamente igual que todo el mundo –colador con el kéfir sobre el fregadero, chorro de agua mineral o de grifo por encima, sacudida del colador para soltar agua excesiva-, pero en vez de agua le echo un vasito de leche. Así consigo que estén ‘limpios’, pero no les cambio el ph de repente ni me sufren ni protestan.
*Se ponen los nódulos en su recipiente, se les pone su leche, y se vuelve a guardar hasta la próxima.
Como veis, el proceso no es tan complicado, lo mas difícil de tomar kéfir es hacerse a la rutina de cuidarlo cada día, y beberlo cuando no te gusta su sabor.
A mi el sabor sigue sin gustarme, pero ahora ya me he acostumbrado a tomarlo ‘a palo seco’, y sabe como un yogur natural sin azúcar. De todas formas, no me imagino un día sin kefir...
Los niños lo toman con siropo, agave, estevia… con cualquier tipo de edulcorante líquido, y por supuesto en batido con frutas, ya os ire poniendo ideas para quesos, bebidas..., y ya iréis poniéndolas vosotras cuando vayáis cogiendo el truco, que será muy pronto en cuanto os pongáis, porque esto engancha.
En fin.
Que a ver si se anima alguien, y nos vais contando.
Besos.

En primer lugar ‘confesar’ que yo solo soy una fanática mas, no una ‘experta’ del kéfir, de hecho, sigo aprendiendo cada día hablando con otra gente ‘enganchada’ a estos dichosos ‘bichitos’ que si te atrapan ya no te dejan. (He decidido poner este tema aquí porque me parece evidente que este es su lugar, aunque las chicas a las que me refiero participan más en los otros foros, los de ‘las maquinitas’ y demás. Supongo que en un foro de cocina alternativa, lo poco que yo pueda contar sobre el kéfir será ya superconocido, pero es que me gustaría que lo conociera también la gente que no lo ha oído nombrar nunca. Así que las que sabéis mas que yo, perdonadme las perogrulladas, eh… )
Las ventajas de tomar kéfir son innumerables (o casi, que esto tampoco es una Panacea Universal ni es la vacuna contra todos los males, quedémonos con los pies en el suelo, ehh…), y el que encontrara la formula para comercializarlo se haría de oro, ya que el kéfir es al mismo tiempo alimento y medicina.
Los productos tipo Actimel y demás yogures o medicamentos probióticos (píldoras, etc.) son un pálido reflejo de laboratorio de la realidad natural y casera que es el kéfir.
Por ejemplo. Unas diez veces al día emiten por televisión anuncios llenos de mujeres triunfadoras y felices que están sanas sanísimas gracias a esa botellita de Lactobacilus Casei Inmunitas que religiosamente toman cada mañana, y te cuentan con muchísima nomenclatura científica lo bueno buenísimo que es el tal Lactobacilus y lo bien que se porta con tu flora intestinal, y por tanto con tus defensas.
Pues bien. Los bacilus del Actimel son, efectivamente, buenísimos y sanísimos para tu organismo, tu flora intestinal y tus defensas, pero lo que hace el L.C.I. del ACT. con tu flora es simplemente “venir de visita”; viene, la saluda, le da una palmadita en el hombro y la refuerza un rato, y luego se va (no os voy a explicar por donde, por cierto…)
Sin embargo, el kéfir, llega y coloniza, es decir, llega y se queda, repuebla, amuebla tu intestino de flora intestinal, lo reforesta todo literalmente como el que reforesta un bosque quemado, resiembra un jardín intestinal donde antes solo había tripa lisa.
No se si me aclaro con la imagen.
Bueno, y hablando de imagen.
Tengo fotos preparadas para poneros, con todo el proceso de elaboración del kéfir y un par de recetas que ya os iré poniendo, pero no las puedo colgar porque las hago con el móvil, y este esta pachucho y tiene las conexiones estropeadas, pero ahí esta el fiera de mi hijo que en cuanto pueda me ira copiando poco a poco las foticos.
Pero por ahora, no puede el pobre, que tiene exámenes, criaturica…
Así que si os parece, os pondré “a palo seco” la receta de la elaboración básica del kéfir, y cuando se pueda, editaré este post para añadirle las fotos.
Kéfir de Leche.
Ingredientes
Unos nódulos de kefir.
Leche (de preferencia entera, si no, semi. En desnatada no crecerian bien)
*En un recipiente de plástico con tapadera se introducen los nódulos de kefir, y se les pone leche abundante.
*Se tapa, se reserva en un sitio ni demasiado frío ni demasiado caliente, y se deja trabajar tranquilo el kéfir durante un mínimo de 24 horas, y un máximo de 48, teniendo en cuenta que:
1° El kéfir de 24h es ligeramente laxante y el de 48h ligeramente astringente
2° Cuantas más horas de acción, más acido será el sabor del producto final.
*Es recomendable ‘sacudir’ el recipiente al menos una vez al día, mejor aun si se remueve con una cucharilla de plástico, para que los nódulos tengan acceso a toda la leche, aunque si no se puede, no pasa nada.
*A las 24/48 horas se toma otro recipiente (plástico o cristal), un colador de plástico, y una espátula de silicona, de estas de ‘rebañar’ los cazos (una amiga mía los llama ‘‘mezquino’, y así le voy a llamar desde ahora).
1. Se cuela el kéfir una primera vez, lo que ira más o menos fácil dependiendo de lo espeso que sea (si ha estado mucho tiempo será más espeso y ácido, al igual que si hay demasiados nódulos, o demasiada poca leche)
2. Volver a colar echando la leche kefirada otra vez sobre el colador donde esta el kéfir, sin esperar siquiera a que haya terminado de pasar la 1° vez. Así le ayudamos a pasar bien, ya que normalmente la 1° vez el líquido es demasiado espeso y se queda todo en el colador..
3. En este momento os recomiendo mi truco personal: volver a colar el kéfir una y otra vez, al menos 6 o 7 veces, hasta que la leche kefirada sea completamente líquida. He comprobado que con esto la textura del producto final se mejora mucho y queda mucho más cremosa y fácil de beber. La diferencia es completa, intentadlo una vez para comprobarlo; pasar el kéfir solo una vez o dos, o pasarlo muchas veces.
*Mediante un embudo, se pone la leche kefirada en una botella o bote que podáis meter en el frigo, y reservar. En el frigo aguanta bien varios días, y si no lo queréis beber más o tenéis demasiado, ya os iré dando ideas para cosas espectaculares que se pueden hacer con estas “sobras”.
*Normalmente, aquí es cuando se limpian con agua (de grifo o de botella) los nódulos del kéfir del colador, para luego volverlos a poner en su recipiente con su leche para que coman y trabajen hasta la próxima, pero os advierto que hay ‘polémica’, porque todavía no nos aclaramos si hay que lavar o no los nódulos del kéfir. Hay quien los lava cada día (para la cosa de la higiene con el tema de los lácteos), y hay quien no los lava nunca (porque la experiencia demuestra que el agua ‘molesta’ a los nódulos, que crecen mucho mas y mejor si no les ‘agredes’ con el chorro de agua, y que incluso el sabor cambia a más ácido cuando se les lava siempre). Yo los lavo poco, casi nunca, pero eso si, tengo otro ‘truco personal’: +/- cada semana los lavo exactamente igual que todo el mundo –colador con el kéfir sobre el fregadero, chorro de agua mineral o de grifo por encima, sacudida del colador para soltar agua excesiva-, pero en vez de agua le echo un vasito de leche. Así consigo que estén ‘limpios’, pero no les cambio el ph de repente ni me sufren ni protestan.
*Se ponen los nódulos en su recipiente, se les pone su leche, y se vuelve a guardar hasta la próxima.
Como veis, el proceso no es tan complicado, lo mas difícil de tomar kéfir es hacerse a la rutina de cuidarlo cada día, y beberlo cuando no te gusta su sabor.
A mi el sabor sigue sin gustarme, pero ahora ya me he acostumbrado a tomarlo ‘a palo seco’, y sabe como un yogur natural sin azúcar. De todas formas, no me imagino un día sin kefir...
Los niños lo toman con siropo, agave, estevia… con cualquier tipo de edulcorante líquido, y por supuesto en batido con frutas, ya os ire poniendo ideas para quesos, bebidas..., y ya iréis poniéndolas vosotras cuando vayáis cogiendo el truco, que será muy pronto en cuanto os pongáis, porque esto engancha.
En fin.
Que a ver si se anima alguien, y nos vais contando.
Besos.
