Una peque?a historia
Publicado: 15 Mar 2004 10:20
Un hombre, su caballo y su perro iban por una carretera.
Cuando pasaban cerca de un ?rbol enorme cay? un rayo y los
tres murieron fulminados.
Pero el hombre no se dio cuenta de que ya había abandonado
este mundo, y prosigui? su camino con sus dos animales (a veces los
muertos
tardan un cierto tiempo antes de ser conscientes de su nueva
condici?n...)
La carretera era muy larga y colina arriba. El sol era muy
intenso, y ellos estaban sudados y sedientos.
En una curva del camino vieron un magnifico portal de mírmol,
que conduc?a a una plaza pavimentada con adoquines de oro.
El caminante se dirigi? al hombre que custodiaba la entrada
entabl? conél, el siguiente diólogo:
- Buenos días.
- Buenos días - Respondi? el guardi?n.
- ¿Cómo se llama este lugar tan bonito?
- Esto es el Cielo.
-¿Que bien que hayamos llegado al Cielo porque estamos
sedientos!
- Usted puede entrar y beber tanta agua c**o quiera.
Y el guardi?n señal? la fuente.
- Pero mi caballo y mi perro tambiéntienen sed...
- Lo siento mucho - Dijo el guardi?n- pero aquí no se permite
la entrada a los animales.
El hombre se levantú con gran disgusto, puesto que tenía
muchísima sed, pero no pensaba beber solo.
Dio las gracias al guardi?n y sigui? adelante.
Después de caminar un buen rato cuesta arriba, ya exhaustos
los tres, llegaron a otro sitio, cuya entrada estaba marcada por una
puerta vieja que daba a un camino de tierra rodeado de ?rboles.
A la sombra de uno de
los ?rboles había un hombre echado, con la cabeza cubierta por
un sombrero. Posiblemente dormía.
- Buenos días - dijo el caminante.
El hombre respondi? con un gesto de la cabeza.
- Tenemos mucha sed, mi caballo, mi perro y yo
- Hay una fuente entre aquellas rocas - dijo el hombre,
indicando el lugar.
Pod?is beber toda el agua c**o queréis.
El hombre, el caballo y el perro fueron a la fuente y calmaron
su sed.
Luego el caminante volvi? atrás para dar las gracias al
hombre.
- Pod?is volver siempre que queréis - Le respondi? éste.
- A prop?sito ¿Cómo se llama este lugar? - preguntó el hombre.
- CIELO.
- ?El Cielo? ?S?? Pero si el guardi?n del portal de mírmol me
ha dicho que aquello era el Cielo!
- Aquello no era el Cielo. Era el Infierno - contestú el
guardi?n.
El caminante quedé perplejo.
- ?Deberíais prohibir que utilicen vuestro nombre! ¿Esta
información
falsa debe provocar grandes confusiones! -advirti? el hombre.
- ?De ninguna manera! - increp? el hombre-
En realidad, nos hacen un gran favor, porque allí se quedan
todos los que son capaces de abandonar a sus mejores amigos...
(Paulo Coelho)
Jamás abandones a tus verdaderos amigos aunque eso te produzca
inconvenientes personales. Si ellos han estado díndote su amor y
compañía
has contra?do una deuda: "No abandonarlos nunca".
Porque:
Hacer un Amigo es una Gracia
Tener un amigo es un Don
Conservar un Amigo es una Virtud
Ser un Amigo es un Honor.

Cuando pasaban cerca de un ?rbol enorme cay? un rayo y los
tres murieron fulminados.
Pero el hombre no se dio cuenta de que ya había abandonado
este mundo, y prosigui? su camino con sus dos animales (a veces los
muertos
tardan un cierto tiempo antes de ser conscientes de su nueva
condici?n...)
La carretera era muy larga y colina arriba. El sol era muy
intenso, y ellos estaban sudados y sedientos.
En una curva del camino vieron un magnifico portal de mírmol,
que conduc?a a una plaza pavimentada con adoquines de oro.
El caminante se dirigi? al hombre que custodiaba la entrada
entabl? conél, el siguiente diólogo:
- Buenos días.
- Buenos días - Respondi? el guardi?n.
- ¿Cómo se llama este lugar tan bonito?
- Esto es el Cielo.
-¿Que bien que hayamos llegado al Cielo porque estamos
sedientos!
- Usted puede entrar y beber tanta agua c**o quiera.
Y el guardi?n señal? la fuente.
- Pero mi caballo y mi perro tambiéntienen sed...
- Lo siento mucho - Dijo el guardi?n- pero aquí no se permite
la entrada a los animales.
El hombre se levantú con gran disgusto, puesto que tenía
muchísima sed, pero no pensaba beber solo.
Dio las gracias al guardi?n y sigui? adelante.
Después de caminar un buen rato cuesta arriba, ya exhaustos
los tres, llegaron a otro sitio, cuya entrada estaba marcada por una
puerta vieja que daba a un camino de tierra rodeado de ?rboles.
A la sombra de uno de
los ?rboles había un hombre echado, con la cabeza cubierta por
un sombrero. Posiblemente dormía.
- Buenos días - dijo el caminante.
El hombre respondi? con un gesto de la cabeza.
- Tenemos mucha sed, mi caballo, mi perro y yo
- Hay una fuente entre aquellas rocas - dijo el hombre,
indicando el lugar.
Pod?is beber toda el agua c**o queréis.
El hombre, el caballo y el perro fueron a la fuente y calmaron
su sed.
Luego el caminante volvi? atrás para dar las gracias al
hombre.
- Pod?is volver siempre que queréis - Le respondi? éste.
- A prop?sito ¿Cómo se llama este lugar? - preguntó el hombre.
- CIELO.
- ?El Cielo? ?S?? Pero si el guardi?n del portal de mírmol me
ha dicho que aquello era el Cielo!
- Aquello no era el Cielo. Era el Infierno - contestú el
guardi?n.
El caminante quedé perplejo.
- ?Deberíais prohibir que utilicen vuestro nombre! ¿Esta
información
falsa debe provocar grandes confusiones! -advirti? el hombre.
- ?De ninguna manera! - increp? el hombre-
En realidad, nos hacen un gran favor, porque allí se quedan
todos los que son capaces de abandonar a sus mejores amigos...
(Paulo Coelho)
Jamás abandones a tus verdaderos amigos aunque eso te produzca
inconvenientes personales. Si ellos han estado díndote su amor y
compañía
has contra?do una deuda: "No abandonarlos nunca".
Porque:
Hacer un Amigo es una Gracia
Tener un amigo es un Don
Conservar un Amigo es una Virtud
Ser un Amigo es un Honor.



