HE LE?DO "CARTA DE..." Y HE RECORDADO...
Publicado: 22 May 2005 03:40
He leído "carta de un padre" de solsol y me ha emocionado. Me he sentido conmovida porque acabo de recordar una poesía que escribió el mío hace añooooos, supongo que cuando mi hermano y yo hicimos la comuni?n.
El y yo compartíamos esta afici?n y comentúbamos nuestros poemas mutuamente.
De éste conoc? su existencia hace unos dos años, cuando mis hermanos me mandaron su colección de escritos. No pude darle mi opinión sobreél, porque entonces tenía alz?imer ya en grado muy avanzado.
No pude contener las lágrimas mientras lo leña.
Hoy, si no os importa, me gustaría compartirlo con tod@s vosotr@s.
PRIMERA COMUNI?N DE MIS HIJOS
¿Qué bonita que estaba la iglesia!.
?Cuántas flores los altares adornando!,
?cuántas luces encendidas
c**o un sol alumbrando!.
¿Qué silencio entre los fieles!.
¿Qué alegre estaban los santos!.
M?sica celestial que se parece
a un c**o de ?ngeles cantando
mientras el cura gozoso, jubiloso
la Sagrada Forma iba levantando.
Y, cerca del altar, felices todos;
niños y niñas, nerviosos, esperando
que, por primera vez, entre en su alma
el cuerpo de Jesús Sacramentado.
Allí estaban mis hijos.
Sus ojos relucientes c**o un astro
esperando, purificados, el momento
de ser dos niños santos.
Yo los miraba c**o a un Dios se mira
cuando el alma se tiene con pecados;
y sus caras de querub?n, resplandecientes
por acto tan sagrado
me hicieron pensar en lo que soy
y en el turbio traj?n de mi pasado.
Sentú vergüenza de mirar sus caras,
sentú rubor de sentarme a su lado
sin antes haber limpiado mi conciencia,
sin antes haber borrado ese pasado.
Apartú la mirada de los niños
y mis ojos en la Virgen se posaron;
la Madre del Se?or, muy dulcemente,
a los cr?os contemplaba sollozando.
Sentía en mi corazón, dentro del pecho,
lo mismo que un caballo desbocado
y a mis labios llegaban las plegarias
sin siquiera pensarlo.
"Yo se que no soy bueno, Madre mía"
- y me quemaban muy hondo los pecados-
"haz que me sienta niño, Madre pura,
igual que estos pequeños que hoy son santos".
Volv? la vista y en un rincón oscuro,
c**o escondido, vi un confesionario.
Me acerqué con temor pero contento,
una fuerza interior me iba empujando;
me puse de rodillas y balbuceante
le dije al sacerdote mis pecados.
Me levantú feliz c**o una alondra,
advertú que la Virgen no estaba ya llorando
y hasta casi me pareció que sonre?a
porque, tambiényo, podía participar
con ellos ya en la Eucaristía.
Y... con mis hijos he recibido hoy
después de tantos años
en la Santa Comuni?n, c**o los niños,
el cuerpo de Jesús Sacramentado
GARBI?E
Gracias por escucharme y perdonad que no introduzca animaciones, pero es que no se c**o hacerlo.
El y yo compartíamos esta afici?n y comentúbamos nuestros poemas mutuamente.
De éste conoc? su existencia hace unos dos años, cuando mis hermanos me mandaron su colección de escritos. No pude darle mi opinión sobreél, porque entonces tenía alz?imer ya en grado muy avanzado.
No pude contener las lágrimas mientras lo leña.
Hoy, si no os importa, me gustaría compartirlo con tod@s vosotr@s.
PRIMERA COMUNI?N DE MIS HIJOS
¿Qué bonita que estaba la iglesia!.
?Cuántas flores los altares adornando!,
?cuántas luces encendidas
c**o un sol alumbrando!.
¿Qué silencio entre los fieles!.
¿Qué alegre estaban los santos!.
M?sica celestial que se parece
a un c**o de ?ngeles cantando
mientras el cura gozoso, jubiloso
la Sagrada Forma iba levantando.
Y, cerca del altar, felices todos;
niños y niñas, nerviosos, esperando
que, por primera vez, entre en su alma
el cuerpo de Jesús Sacramentado.
Allí estaban mis hijos.
Sus ojos relucientes c**o un astro
esperando, purificados, el momento
de ser dos niños santos.
Yo los miraba c**o a un Dios se mira
cuando el alma se tiene con pecados;
y sus caras de querub?n, resplandecientes
por acto tan sagrado
me hicieron pensar en lo que soy
y en el turbio traj?n de mi pasado.
Sentú vergüenza de mirar sus caras,
sentú rubor de sentarme a su lado
sin antes haber limpiado mi conciencia,
sin antes haber borrado ese pasado.
Apartú la mirada de los niños
y mis ojos en la Virgen se posaron;
la Madre del Se?or, muy dulcemente,
a los cr?os contemplaba sollozando.
Sentía en mi corazón, dentro del pecho,
lo mismo que un caballo desbocado
y a mis labios llegaban las plegarias
sin siquiera pensarlo.
"Yo se que no soy bueno, Madre mía"
- y me quemaban muy hondo los pecados-
"haz que me sienta niño, Madre pura,
igual que estos pequeños que hoy son santos".
Volv? la vista y en un rincón oscuro,
c**o escondido, vi un confesionario.
Me acerqué con temor pero contento,
una fuerza interior me iba empujando;
me puse de rodillas y balbuceante
le dije al sacerdote mis pecados.
Me levantú feliz c**o una alondra,
advertú que la Virgen no estaba ya llorando
y hasta casi me pareció que sonre?a
porque, tambiényo, podía participar
con ellos ya en la Eucaristía.
Y... con mis hijos he recibido hoy
después de tantos años
en la Santa Comuni?n, c**o los niños,
el cuerpo de Jesús Sacramentado
GARBI?E
Gracias por escucharme y perdonad que no introduzca animaciones, pero es que no se c**o hacerlo.
