MONOLOGO DE UN PERRO (OT)
Publicado: 13 Jun 2007 10:52
OJAL? NO SE ABANDONE NI UN SOLO PERRO NUNCA M?S
Yo no creo haber hecho nada malo esta mañana....
Me parecieron todos muy nerviosos. Iban y ven?an por los pasillos, esquiv?ndose unos a otros.
Ella le gritaba a la madre deél, y los dos niños, con las manos llenas de cosas, entraban en el dormitorio de los padres, que yo lo tengo prohibido.
La pequeña ? la más amiga mía - choc? contra mí dos o tres veces. Yo le buscaba los ojos, porque es la mejor manera que tengo de entenderlos : los ojos y las manos. El resto del cuerpo ellos lo saben dominar y, si se lo proponen, pueden enga?arte y enga?arse entre s?; pero las manos y los ojos, no .
Sin embargo, esta mañana mi pequeña ni me quería mirar. Sólo después de ir detr?s de ella mucho tiempo, en aquel vaiv?n desacostumbrado , me dijo: ?Drake , no me pongas nerviosa. ? No ves que no vamos de veraneo, y están los equipajes sin hacer?? Pero no me toc? ni me miro. Yo , para no molestar , me fui a mi rincón, me ech? encima de mi manta y me hice el dormido.
También a mi me ilusionaba el viaje. Les había o?do hablar días del mar y de la montaña. No sabía con certeza qué habían elegido; pero comprendo que , en las vacaciones ? y más en estas , que son mas largas que las otras dos - mi pequeña podrá estar todo el día conmigo . Y lo pasaremos muy bien , estemos donde estemos , siempre que sea juntos...
Tardaron tres horas en iniciar la marcha. Fueron bajando las maletas al coche, los paquetes, la comida - que ol?a a gloria - y los envoltorios del ultimo momento. Yo necesitaba correr de arriba abajo por la escalera pero me aguantú. Cuando fueron a cerrar la puerta , ech? de menos mi manta. Entr? en su busca; me sentú sobre ella; pero el me llam? muy enfadado. ? ? ?Drake, venga! ? - , y no tuve mas remedio que seguirlo.
Mientras bajaba , ca? en la cuenta de que, en el lugar al que fu?ramos , habría otra manta. Ellos siempre tienen razón . Los tres mayores , mi pequeña , su hermano y yo.... Era difícil caber en aquel coche, tan cargado de bultos; pero estébamos bien, tan apretados todos.
Yo me acurruqué en la parte de atrás, bajo los pies de los niños. La madre de él se sentú en un extremo , que suele ser su sitio, y todavía no se le habían olvidado las voces de ella , porque no decía nada; solo miraba las calles y las calles y la luz, que era muy fuerte, a través del cristal... Los niños se peleaban con cualquier pretexto esta mañana; seguían muy nerviosos. Yo sufr? sus patadas con tranquilidad, porque sabía que no iban a durar y porque era el principio de las vacaciones.
Cuando, de pronto, el niño le dio un coscorr?n a mi pequeña , yo le lam? en cambio las piernas con cariño; pero ella me dio un manotazo , c**o si la culpa hubiera sido mía. La mir? para ver si sus ojos me decían lo contrario.
Ella, mi pequeña quiero decir , no me miraba. Fue cuando ya habíamos perdido de vista la ciudad . él se ech? a un lado y paré el coche . los de delante daban voces los dos no se si por qué discutían o por qué . La madre de él no decía nada ; ya antes había empezado a decir algo , y ella la corto con muy malos modales .
Tampoco los niños decían nada .....
?l bajé del coche y cerro de un portazo; le dio la vuelta; abrió la puerta del lado de los niños, y me agarr? por el collar.
Yo no entendí. Quiz? quería que hiciese pis , pero yo lo había hecho en un ?rbol mientras cargaba y disponía los bultos. Empuj? con violencia las puerta , y volvi? a sentarse al volante .
O? el ruido del motor .
Alc? las manos hacia la ventanilla ; me apoy? en el cristal ,detr?s de él vi la cara de mi pequeña con los ojos muy redondos ; le temblaban los labios ... Arranc? el coche , y yo ca? de bruces.
Corr? tras él , porque no se daban cuenta de que yo no estaba dentro ; pero aceler? tanto que tuve que detenerme cuando ya el corazón se me salía por la boca... Me apartú, porque otro coche, en dirección contraria, casi me arrolla.
Me ech? a un lado, a esperar y a mirar , porque estoy seguro de que volverán por mí.......Tanto miraba en la dirección de los desaparecidos que me distraje. y un coche negro no pudo evitar atropellarme....... No ha sido mucho: un golpe seco que me tir? a la cuneta.....
Aquí estoy.
No me puedo mover. Primero porque espero que vuelvan a este mismo sitio en el que me dejaron ; segundo , porque no consigo menear esta pata. Quiz? el golpe del coche negro aquíl no fue tan poca cosa c**o creí........
Me duele la pata hasta cuando me la lamo.
Me duele todo.......
Pronto vendr? mi pequeña y me acariciar? y me mirar? a los ojos. Los ojos y las manos de mi pequeña, nunca serán capaces de enga?arme.
Aquí estará... Si tuviese siquiera un poco de agua: hace tanto calor y tengo tanto sueño......
No me puedo dormir. Tengo que estar despierto cuando lleguen ...
Me siento más solo que nadie en este mundo ... Aquí estará hasta que me recojan .
Ojala vengan pronto.....
Yo no creo haber hecho nada malo esta mañana....
Me parecieron todos muy nerviosos. Iban y ven?an por los pasillos, esquiv?ndose unos a otros.
Ella le gritaba a la madre deél, y los dos niños, con las manos llenas de cosas, entraban en el dormitorio de los padres, que yo lo tengo prohibido.
La pequeña ? la más amiga mía - choc? contra mí dos o tres veces. Yo le buscaba los ojos, porque es la mejor manera que tengo de entenderlos : los ojos y las manos. El resto del cuerpo ellos lo saben dominar y, si se lo proponen, pueden enga?arte y enga?arse entre s?; pero las manos y los ojos, no .
Sin embargo, esta mañana mi pequeña ni me quería mirar. Sólo después de ir detr?s de ella mucho tiempo, en aquel vaiv?n desacostumbrado , me dijo: ?Drake , no me pongas nerviosa. ? No ves que no vamos de veraneo, y están los equipajes sin hacer?? Pero no me toc? ni me miro. Yo , para no molestar , me fui a mi rincón, me ech? encima de mi manta y me hice el dormido.
También a mi me ilusionaba el viaje. Les había o?do hablar días del mar y de la montaña. No sabía con certeza qué habían elegido; pero comprendo que , en las vacaciones ? y más en estas , que son mas largas que las otras dos - mi pequeña podrá estar todo el día conmigo . Y lo pasaremos muy bien , estemos donde estemos , siempre que sea juntos...
Tardaron tres horas en iniciar la marcha. Fueron bajando las maletas al coche, los paquetes, la comida - que ol?a a gloria - y los envoltorios del ultimo momento. Yo necesitaba correr de arriba abajo por la escalera pero me aguantú. Cuando fueron a cerrar la puerta , ech? de menos mi manta. Entr? en su busca; me sentú sobre ella; pero el me llam? muy enfadado. ? ? ?Drake, venga! ? - , y no tuve mas remedio que seguirlo.
Mientras bajaba , ca? en la cuenta de que, en el lugar al que fu?ramos , habría otra manta. Ellos siempre tienen razón . Los tres mayores , mi pequeña , su hermano y yo.... Era difícil caber en aquel coche, tan cargado de bultos; pero estébamos bien, tan apretados todos.
Yo me acurruqué en la parte de atrás, bajo los pies de los niños. La madre de él se sentú en un extremo , que suele ser su sitio, y todavía no se le habían olvidado las voces de ella , porque no decía nada; solo miraba las calles y las calles y la luz, que era muy fuerte, a través del cristal... Los niños se peleaban con cualquier pretexto esta mañana; seguían muy nerviosos. Yo sufr? sus patadas con tranquilidad, porque sabía que no iban a durar y porque era el principio de las vacaciones.
Cuando, de pronto, el niño le dio un coscorr?n a mi pequeña , yo le lam? en cambio las piernas con cariño; pero ella me dio un manotazo , c**o si la culpa hubiera sido mía. La mir? para ver si sus ojos me decían lo contrario.
Ella, mi pequeña quiero decir , no me miraba. Fue cuando ya habíamos perdido de vista la ciudad . él se ech? a un lado y paré el coche . los de delante daban voces los dos no se si por qué discutían o por qué . La madre de él no decía nada ; ya antes había empezado a decir algo , y ella la corto con muy malos modales .
Tampoco los niños decían nada .....
?l bajé del coche y cerro de un portazo; le dio la vuelta; abrió la puerta del lado de los niños, y me agarr? por el collar.
Yo no entendí. Quiz? quería que hiciese pis , pero yo lo había hecho en un ?rbol mientras cargaba y disponía los bultos. Empuj? con violencia las puerta , y volvi? a sentarse al volante .
O? el ruido del motor .
Alc? las manos hacia la ventanilla ; me apoy? en el cristal ,detr?s de él vi la cara de mi pequeña con los ojos muy redondos ; le temblaban los labios ... Arranc? el coche , y yo ca? de bruces.
Corr? tras él , porque no se daban cuenta de que yo no estaba dentro ; pero aceler? tanto que tuve que detenerme cuando ya el corazón se me salía por la boca... Me apartú, porque otro coche, en dirección contraria, casi me arrolla.
Me ech? a un lado, a esperar y a mirar , porque estoy seguro de que volverán por mí.......Tanto miraba en la dirección de los desaparecidos que me distraje. y un coche negro no pudo evitar atropellarme....... No ha sido mucho: un golpe seco que me tir? a la cuneta.....
Aquí estoy.
No me puedo mover. Primero porque espero que vuelvan a este mismo sitio en el que me dejaron ; segundo , porque no consigo menear esta pata. Quiz? el golpe del coche negro aquíl no fue tan poca cosa c**o creí........
Me duele la pata hasta cuando me la lamo.
Me duele todo.......
Pronto vendr? mi pequeña y me acariciar? y me mirar? a los ojos. Los ojos y las manos de mi pequeña, nunca serán capaces de enga?arme.
Aquí estará... Si tuviese siquiera un poco de agua: hace tanto calor y tengo tanto sueño......
No me puedo dormir. Tengo que estar despierto cuando lleguen ...
Me siento más solo que nadie en este mundo ... Aquí estará hasta que me recojan .
Ojala vengan pronto.....