?Hace un poema?
Publicado: 31 Jul 2007 16:45
Es de Luis Chamizo, un escritor extreme?o. Se llama El chiriveje y está escrito en castío, mi segunda lengua. Y digo mi segunda lengua, porque la primera es el español, (o castellano c**o dicen algunos). Por desgracia, el castío (lengua extreme?a y que var?a bastante de una zona a otra), está desapareciendo, aunque mucha gente, sobre todo mayor, la usa siempre. Otras lenguas en Extremadura que merecen atenci?n son la Palra, y el español-portugués que se habla en la zona de La Raya (Olivenza, que pasó a ser español hace relativamente poco tiempo).
En fin, que no me enrollo más, os dejo el poema.
EL CHIRIVEJE
Pimpollo, rey de tu madre,
miagirrinina de la gloria mesma
que cay? de los cielos desprendía
del botón reluciente d'una estrella:
no me jagas pucherinos
cuando yo te jaga fiestas;
ponme los ojillos tunos,
rel?mbiate con la lengua,
jame'l ang?, muchachete,
que voy a dalte la teta.
M?ala, túmbate a la larga,
chachino, chuperretea
jasta qu'el cholro del pez?n rebose
los bujerinos de tus tragaeras.
Asín, con genio, mu juerte,
manque t'aplastes las narices mientras
y endispues, de muchacho, te se note
que las ti?s porrill?as y retuertas,
qu'a esos que tienen la nar?s pic?a,
sus madres ajuy?ronle las tetas.
Lucero, pan y cond?o,
espiguina de carne de mis eras,
suerbe p'adrento remetiendo juncia,
larga chupones atizando yesca
pa que aluego, cuando mozo,
naide te moje la oreja.
Rempuja tú con genio, chiriveje,
chupa jondo y bochinchea,
chiquenino de tu casa,
mu?equino jormao de miel y cera
que derriti?'l aliento de tu padre,
que yo cuaj? con sangre de mis venas,
que Dios jizo al igual que semos dambos
pa que tos devinaran tu nacencia:
remete'l jociquino bien p'adrento,
rempuja con tía tu juerza,
que asín el chipitún saldrá segu?o
con dos gorpes tan sólo qu'arremetas.
Descudia tú, preciosino,
no te acagaces y aprieta,
manque te ringuen tus narices guapas
y te se pongan retuertas,
que por estas señales se conocen
los muchachos castíos de tu tierra,
los hijos de las madres que son madres
tan ?ina que Dios las jace jembras;
porque aquí, pa nusotros, tos sabemos,
com'una cosa mu cierta,
qu'a esos que tienen la nar?s pic?a,
sus madres ajuy?ronle las tetas.
Este poema me encanta, porque sin darme cuenta, cuando amamantaba a mi hijo y ahora cuando le susurro al o?do para calmarlo, le hablo en castío.
Si os gusta, os pongo La Nacencia, que pone los pelos c**o escarpias. Es de una mujer a la que le viene el parto una noche, de camino del chozo al pueblo a buscar una comadrona.

En fin, que no me enrollo más, os dejo el poema.
EL CHIRIVEJE
Pimpollo, rey de tu madre,
miagirrinina de la gloria mesma
que cay? de los cielos desprendía
del botón reluciente d'una estrella:
no me jagas pucherinos
cuando yo te jaga fiestas;
ponme los ojillos tunos,
rel?mbiate con la lengua,
jame'l ang?, muchachete,
que voy a dalte la teta.
M?ala, túmbate a la larga,
chachino, chuperretea
jasta qu'el cholro del pez?n rebose
los bujerinos de tus tragaeras.
Asín, con genio, mu juerte,
manque t'aplastes las narices mientras
y endispues, de muchacho, te se note
que las ti?s porrill?as y retuertas,
qu'a esos que tienen la nar?s pic?a,
sus madres ajuy?ronle las tetas.
Lucero, pan y cond?o,
espiguina de carne de mis eras,
suerbe p'adrento remetiendo juncia,
larga chupones atizando yesca
pa que aluego, cuando mozo,
naide te moje la oreja.
Rempuja tú con genio, chiriveje,
chupa jondo y bochinchea,
chiquenino de tu casa,
mu?equino jormao de miel y cera
que derriti?'l aliento de tu padre,
que yo cuaj? con sangre de mis venas,
que Dios jizo al igual que semos dambos
pa que tos devinaran tu nacencia:
remete'l jociquino bien p'adrento,
rempuja con tía tu juerza,
que asín el chipitún saldrá segu?o
con dos gorpes tan sólo qu'arremetas.
Descudia tú, preciosino,
no te acagaces y aprieta,
manque te ringuen tus narices guapas
y te se pongan retuertas,
que por estas señales se conocen
los muchachos castíos de tu tierra,
los hijos de las madres que son madres
tan ?ina que Dios las jace jembras;
porque aquí, pa nusotros, tos sabemos,
com'una cosa mu cierta,
qu'a esos que tienen la nar?s pic?a,
sus madres ajuy?ronle las tetas.
Este poema me encanta, porque sin darme cuenta, cuando amamantaba a mi hijo y ahora cuando le susurro al o?do para calmarlo, le hablo en castío.



Si os gusta, os pongo La Nacencia, que pone los pelos c**o escarpias. Es de una mujer a la que le viene el parto una noche, de camino del chozo al pueblo a buscar una comadrona.




