Fuera de la dieta, una sonrisilla, plis
Publicado: 09 Oct 2008 21:01
Yo antes era bloguera (de hecho, el blog me quitaba media vida, así que lo dejé sin que se diera cuenta). En aquella época me gustaba escribir las reflexiones que me venian a la cabeza, de una forma lo más entretenida posible. c**o aquí me siento entre amigas, me gustaría compartirlas con vosotras. Ahí va la primera (se admiten críticas, pero si no son malas, pues mejor, jej):
(Un dato sin importancia: los "articulillos" iban adornados con imágenes, pero, snifffffff, aquí no sé colgarlas)
----
ESO NO
Hay una serie de reglas que debes tener en cuenta si no quieres perder tu prestigio social.. Claro, en el caso de que lo tengas. Si no, a vivir, que son dos dias.
- Nunca reconozcas en público que te gusta Lina Morgan, ni aproveches cualquier ocasión para recitar ante tus amigos los diólogos de Hostal Royal Manzanares o Vaya par de Gemelas.
- No admitas que haces la compra en el Lidl. Si alguna vez compras productos sin marca, nada más llegar a casa les quitas la etiqueta y/o los cambias de envase.
- Jamás presumas de haber sido Miss Mercadillo 2003. Vale que todos sepan que tu ropa no es de Versace, pero deja que, al menos, piensen que es de Zara. Cuando alguien te diga: ¿qué falda más mona!, no respondas rápidamente: pues, f?jate, sólo me costó 3 euros en el rastrillo. Pon una "media sonrisa", alza las cejas y dí: ¿verdad?.
- No comentes que te gustan Schwarzenegger, Stallone o Van Damme ni admitas que no entiendes las pel?culas de Von Triers y que, además, te dan sueño.
- No digas que te gusta la copla, ni mucho menos que te sabes un mínimo de tres canciones de Concha Piquer, Marif? de Triana o, esto es lo peor, Manolo Escobar. En el remoto caso de que necesites admitir que te gusta el flamenco, lim?tate a José Merc? o Lole y Manuel. De Los Chichos, obviamente, ni hablo.
- Procura no confesar que no has leido el Quijote. Tampoco digas que sólo sueles leer Best Sellers y, especialmente ten cuidado con admitir que lees o has leido novelas de Danielle Steel... Barbara Cartland, jamás.
- No admitas que no sabes Quién es Kierkegaard. Si alguien lo saca en una conversaci?n, reacciona diciendo: ?Ay! ¡Lo siento! ?Acabo de recordar que dejé grabando "Negro sobre blanco" y no sé si la cinta tiene suficiente espacio! (vale cualquier cosa de La 2). Y te marchas dignamente.
- No reconozcas que lo más que te has alejado de España fue cuando tu padre te llevé a Ceuta en 1987. Está muy mal visto no conocer, al menos, cinco capitales europeas, algún pais árabe y cualquier destino no túpicamente tur?stico de Am?rica. No sirve la luna de miel en Santo Domingo, pero mejor es eso que un viaje de novios a Tenerife.
- No hables de determinadas enfermedades, ni siquiera con los mas ?ntimos. Está bien decir que no pudiste ir al concierto de música barroca porque tenías jaqueca, pero no porque las "almorranas" no te dejaban vivir. Si tienes que decir que te has operado de algo, recurre a la apendicitis antes de confesar que fue un for?nculo en la oreja.
- Ni siquiera bajo los efectos del alcohol confieses que te r?es con Torrente. T? sólo "sonries" con Woody Allen.
Y, por último, si te encuentras en medio de una conversaci?n sobre arte, filosofáa, pol?tica, tecnología o cualquier otra cosa menos práctica que el precio de los calabacines y, obviamente, no tienes ni repajolera idea de lo que están hablando tus amigos y/o conocidos, no entres en la conversaci?n. c**o escrib? hace unos dias, más vale quedarse callado y parecer estépido, que hablar y confirmarlo.
Besos desde el más profundo de los desprestigios.
(Un dato sin importancia: los "articulillos" iban adornados con imágenes, pero, snifffffff, aquí no sé colgarlas)
----
ESO NO
Hay una serie de reglas que debes tener en cuenta si no quieres perder tu prestigio social.. Claro, en el caso de que lo tengas. Si no, a vivir, que son dos dias.
- Nunca reconozcas en público que te gusta Lina Morgan, ni aproveches cualquier ocasión para recitar ante tus amigos los diólogos de Hostal Royal Manzanares o Vaya par de Gemelas.
- No admitas que haces la compra en el Lidl. Si alguna vez compras productos sin marca, nada más llegar a casa les quitas la etiqueta y/o los cambias de envase.
- Jamás presumas de haber sido Miss Mercadillo 2003. Vale que todos sepan que tu ropa no es de Versace, pero deja que, al menos, piensen que es de Zara. Cuando alguien te diga: ¿qué falda más mona!, no respondas rápidamente: pues, f?jate, sólo me costó 3 euros en el rastrillo. Pon una "media sonrisa", alza las cejas y dí: ¿verdad?.
- No comentes que te gustan Schwarzenegger, Stallone o Van Damme ni admitas que no entiendes las pel?culas de Von Triers y que, además, te dan sueño.
- No digas que te gusta la copla, ni mucho menos que te sabes un mínimo de tres canciones de Concha Piquer, Marif? de Triana o, esto es lo peor, Manolo Escobar. En el remoto caso de que necesites admitir que te gusta el flamenco, lim?tate a José Merc? o Lole y Manuel. De Los Chichos, obviamente, ni hablo.
- Procura no confesar que no has leido el Quijote. Tampoco digas que sólo sueles leer Best Sellers y, especialmente ten cuidado con admitir que lees o has leido novelas de Danielle Steel... Barbara Cartland, jamás.
- No admitas que no sabes Quién es Kierkegaard. Si alguien lo saca en una conversaci?n, reacciona diciendo: ?Ay! ¡Lo siento! ?Acabo de recordar que dejé grabando "Negro sobre blanco" y no sé si la cinta tiene suficiente espacio! (vale cualquier cosa de La 2). Y te marchas dignamente.
- No reconozcas que lo más que te has alejado de España fue cuando tu padre te llevé a Ceuta en 1987. Está muy mal visto no conocer, al menos, cinco capitales europeas, algún pais árabe y cualquier destino no túpicamente tur?stico de Am?rica. No sirve la luna de miel en Santo Domingo, pero mejor es eso que un viaje de novios a Tenerife.
- No hables de determinadas enfermedades, ni siquiera con los mas ?ntimos. Está bien decir que no pudiste ir al concierto de música barroca porque tenías jaqueca, pero no porque las "almorranas" no te dejaban vivir. Si tienes que decir que te has operado de algo, recurre a la apendicitis antes de confesar que fue un for?nculo en la oreja.
- Ni siquiera bajo los efectos del alcohol confieses que te r?es con Torrente. T? sólo "sonries" con Woody Allen.
Y, por último, si te encuentras en medio de una conversaci?n sobre arte, filosofáa, pol?tica, tecnología o cualquier otra cosa menos práctica que el precio de los calabacines y, obviamente, no tienes ni repajolera idea de lo que están hablando tus amigos y/o conocidos, no entres en la conversaci?n. c**o escrib? hace unos dias, más vale quedarse callado y parecer estépido, que hablar y confirmarlo.
Besos desde el más profundo de los desprestigios.