Cap?tulo 9
Laura leña y volvía a leer el diario, c**o si de esta manera alargase el día pasado junto al padre Adri?n, las cosas que le había contado, y c**o aprobaba su entrada al convento.
Estaba muy contenta, y a la vez algo triste, la imagen del padre llorando la había conmovido.
Se sentú en la cama y mir? la habitaci?n, recorri? con la mirada todas sus cosas, sus muñecas de colección, sus libros, ?era tan bonita!
- ?c**o echaré de menos este rincón tan querido! Se dejé caer hacia atrás y se adormeci?, había sido un día bastante excitante para ella.
Cay? en un sueño profundo, y so?? con cosas que no tenían sentido, sueños abstractos de los cuales despertú al o?r a su padre que la llamaba.
- ?Laura, mira quien vino a vernos!
Era Cosme, su amigo del alma, aquel que un día le rob? el corazón, y al cual miraba ahora c**o a un hermano. Se adelantú y lo bes? en la mejilla, el enrojeci? por un momento y luego dijo;
- Laura, vengo a darte una noticia que no se si te va a gustar, me voy a Francia y creo que no volverá nunca mas por aquí.
Me quedo para las fiestas del patr?n, y después me marcho para siempre.
Laura rompi? a llorar desconsoladamente, no podía ser, su mejor amigo se marchaba así de repente, y ella no lo entendía, pensaba que la vida golpea cuando menos te lo esperas, y eso para ella era un golpe.
- Cosme, ¿c**o es que te march así ¿Que cosa te hace tomar esa decisi?n tan repentina? ¿Y eso de que nunca regresar?s?
Siempre que Laura se ponía nerviosa, hacía muchas preguntas.
- No es una decisi?n repentina, ya hace tiempo que lo s?, lo que pasa es que no te lo quise decir para no preocuparte, bastante tienes tu con lo tuyo, para que te tengas que preocupar tambiénpor mis cosas.
Me voy a casa de un primo de mi padre, hace un año que se les muri? su único hijo y quieren que yo me ocupe del negocio de la familia, ya que no tienen a nadie que lo haga, mi padre les prometió que yo ir?a y no puedo negarme, además aquí en el pueblo no hay nada que me retenga, y tu pronto estarás en el convento.
En sus palabras había un halo de tristeza, y Laura lo notú.
- Cosme, no digas eso, yo nunca te olvidaré, siempre estarás en mis oraciones, después de mis padres eres la persona mas importante de mi vida.
El joven le cogi? las manos y las apretú contra las suyas.
- Lo sí Laura, lo s?,
y depositando un beso en su mejilla, salió hacia la calle llorando.
- Vaya día antes el padre y ahora Cosme, ¿pero que hice yo para merecer esto?
- Dios mi? ay?dame, no se si podrá soportar tantas emociones seguidas.
Dicho esto se dirigi? a su habitaci?n y se metió en la cama, escribió un poco más en el diario, y se puso a rezar sus oraciones de cada noche.
Espero no cansaros
