Vaya, vaya, así que esquilmando la naturalaza cogiendo frutas del bosque...
Que noooooo mujer, que es broma...., jajajaja.
La verdad es que este tipo de cosas me encantan, para mí supone una verdadera satisfacción poder hacer un postre o una comida con aquello que hemos recolectado nosotros mismos.
Es divertido tanto mientras recoges la moras pensando lo que vas a hacer con ellas, como luego hacer la propia elaboración en si, y por supuesto, comérsela.
