Hace unos días que no pongo ninguna receta, pero es que esta semana ando un poco liada y probablemente la siguiente también estaré un poco más out de lo normal.
Aprovecho un paréntesis para dejaros un postre que de entrada parece tonto de puro simple, y que de hecho lo es, y que no valdría la pena ni explicar porque la mezcla plátano-chocolate es de sobra conocida, pero que he querido comentar porque os recomiendo encarecidamente que lo probéis tal y como lo hago yo.





(La foto es muy cutre porque es algo que me hice deprisa y corriendo para merendar, no para decorar las paredes, y ya se estaba quedando frío)
Cogemos unos plátanos tirando a maduros y los cortamos en rodajas. Los espolvoreamos con canela y jengibre molidos, y añadimos un pelín de nada de pimienta negra. Deshacemos chocolate negro del bueno con un poco de nata líquida (sólo un poco, eh?, no tanta como para hacer ganache) y una cucharada de miel de la buena, y vertemos por encima de los plátanos. Comer cuando el chocolate aún está caliente.
Podemos hacer lo mismo con fresas.
Saludos
