A mí me pasaba lo mismo, cuando ya creía que no podía comer más, y me vino ese olorcito del pudding, no me pude resistir.
Comí un trocito, lo poquito que me entraba, pero por dios que cosa más buena, y el bizcocho superjugoso y sabrosón.
Esta receta la guardaré en mi libreta para que no se despite, que en casa seguro que les encanta.
Gracias Mjosé por el postre tán buenísimo.
