Se pelan las patatas y se parten en trozos bastante grandes. Se lavan, y se ponen en una fuente refractaria. Se les pone sal, tomillo, perejil y oregano. Se cojen unos dientes de ajo y, sin pelar, se les aplasta se ponen con las patatas. Se añade un chorreon de aceite y otro de vinagre balsámico y al horno. Están de muerte, no saben para nada a vinagre. En mi casa les ha encantado!!
Estas son las patatas:

Y esto, el pollito asado que acompañaban:
