

Cortamos el pan y lo humedecemos añadiéndole un poco de agua debidamente sazonada la noche anterior a su elaboración.

En un perol de buen tamaño en este caso a sido un basculante se fríen los dientes de ajos sin pelar y machacados, una vez fritos, se agregan los trozos de pan y se mueven con una paleta.

Esta operación debe segirse hasta que todo quede de color dorado y suelto.
En el sofrito con los ajos, también le podemos echar chorizo, panceta, torrezno, etc...
Y se le puede acompañar con melón, naranja, granada, sardinas asada...