Ingredientes:
300 gr. Arroz (bomba, redondo...)
750 gr. Chirla
500 gr. Mejillón
250 gr. Calamar a dados
1 Cebolla hermosa
3 Tomates rojos
2 Dientes de ajo
Aceite, sal, pimienta, colorante alimentario o azafrán


Preparación:
Antes de todo, lavar bien y abrir al vapor tanto las chirlas como los mejillones. Reservar, recoger el líquido que sueltan, colarlo y reservarlo.
Pelar y rallar la cebolla.
Poner la paella al fuego vivito, con una cantidad suficiente (no hay que escatimar, pero una paella grasienta tampoco es agradable) de aceite de oliva y sofreír la cebolla.


Cuando la cebolla quiera empezar a dorarse, añadir el calamar, mezclar con la cebolla dando unas vueltas y dejar dos o tres minutos, vigilando que la cebolla no se queme.


Pasado ese tiempo, hacer un hueco en el centro, poner un poquitín más de aceite y añadir el ajo. Freírlo un pelín, sin que llegue a dorarse.


Añadir los tomates, rallados o bien triturados hasta tener un puré (es mi caso). Esparcir y mezclar bien y dejar sofreír, dando vueltas de vez en cuando, durante unos 6-7 minutos.




Añadir cuatro veces el volumen que hemos previsto de arroz, de líquido, entre el reservado de la cocción de los moluscos y agua (mi caso) o caldo de pescado. Añadir también en este momento la sal, pimienta y colorante alimentario si se quiere (a mí me gusta muuuuuy amarillito).


Sin esperar a que arranque el hervor, se pueden añadir ya las chirlas y los mejillones que teníamos abiertos al vapor. Esparcir bien por toda la paella y dejar hervir a fuego alegre durante unos cinco minutos.


Pasado ese tiempo, añadir el arroz esparciéndolo bien por todo el espacio y no volver a remover más, ni una sola vez. Ajustar el fuego a medio-alto (alegrillo, ma non troppo) y dejar cocer durante 17-20 minutos.


Mientras se cuece, os enseño mi barbacoa... jejeje... mira, una tonterida!


Aquí el producto final... la paella entera y ración.




Notas:
El porqué del nombre: porque apenas se encuentra arroz y hay que pasarse el rato rechupeteando closcas. El tiempo que se tarda es directamente proporcional a lo regüenísimo que está. Es un arroz bastante "tonto", pero a mí me encanta. Hacer mención de que varié el nombre de la receta: el anterior también hacía referencia a lo "cansino" que es, pero el actual me parece sencillamente mejor.
Los moluscos pueden no abrirse antes al vapor, pero yo lo hago para poder medir bien la cantidad de líquido total que añado, porque sino, siempre me pierdo y me quedo corto o me paso.
Una vez pasado el tiempo de cocción, es interesante dejar reposar, tapado con un paño limpio.