

Si habéis probado los pimientos asados a la lumbre de un buen fuego ya no los querréis de otra forma por lo gustosos que están, y es que la leña les da un sabor especial. De esta forma, colocados enteros por delante del fuego y dándoles vueltas y vueltas se van haciendo poco a poco quedando impresionantes. Pero como en casa no tengo chimenea, he tenido que buscar la manera de hacerlos para que estén igual de buenos. He probado a cocerlos al microondas de mil maneras, con grill y sin él, con más potencia y con menos, pelados y sin pelar. Pero nada, ni punto de comparación. En el horno más de lo mismo... quedan mucho mejor que al microondas pero tampoco me convencen. Como siempre, mi abuela tenía la solución perfecta (gracias abu). Los hace en una cacerolilla de aluminio muy vieja, abollada por todas partes y con su santa paciencia al fuego muy lento de la cocina, que aunque sea de gas, os puedo asegurar que quedan casi casi igualitos. Sólo paladares muy exigentes notarían la diferencia. Así que, ni corto ni perezoso, me aventuré a hacer lo mismo pero con la inducción ya que en casa no tengo gas... y este fue el resultado: una Ensalada de Pimientos Asados espectacular, aunque los puedes utilizar tanto en ensaladas como guisos, rellenos y todo lo que se te ocurra que quedarán muy gustosos.

Ingredientes para 4 personas:
* 4 Pimientos rojos
* Aceite de oliva virgen extra (opcional para la ensalada)
* Sal gruesa (opcional para la ensalada)
* 2 dientes de ajo (opcional para la ensalada)
* Mucha paciencia, que tardan un poquito (creo que fueron 45 minutos pero lo confirmaré la próxima vez que los haga)
Preparación:
Utiliza una sartén vieja. Si es una asadora de esas con ondulaciones, mucho mejor, ya que así podrás ir apoyando los pimientos en las propias ondulaciones para que se mantengan y les vaya dando el fuego por todas partes. Coloca los pimientos bien lavados y secos sobre la asadora, sin aceite ni nada y a lo largo de las ondulaciones, no atravesados, para que se hagan por igual. A fuego muy lento (yo puse la inducción entre el 3 y el 4 sobre 9 posiciones) ir haciéndolos por todos los lados. Conforme se vaya "quemando" la piel podrás ir dándoles la vuelta de manera que se hagan por todos los lados. Lástima no tener foto de este paso para que os hagáis una idea. La próxima vez que los haga la pondré. Con la piel quemadita por todos los lados estarán listos. Ojo! sólo quemada la piel, no la carne. Ya sólo queda retirarlos, taparlos y dejarlos que suden. Yo los dejé enfriar y luego los metí toda lo noche en la nevera. Al día siguiente estaban más blanditos se pelaban muy fácil pero con sólo dejarlos enfriar es suficiente. Guárdalos en nevera con todo el jugo que han desprendido al pelarlos.
Para la ensalada de la foto simplemente los he troceado, he añadido un poco del propio jugo de los pimientos, un buen chorro aceite de oliva virgen extra, sal gruesa y dos dientes de ajo picaditos (con ajos tiernos también quedan muy bien por si a alguien no le gusta demasiado el ajo)... IMPRESIONANTES.
Apuntes:
* Puedes hacer cantidad y congelarlos sin problemas. Se descongelan en la nevera de un día para otro (nada de microondas ni demás aceleradores de la descongelación) quedando igual de buenos.
