Ingredientes:
(Relleno):
350 g de calabacines, rallados
un chorrito de aceite de oliva
3 huevos, batidos
1 vasito de nata líquida
1/2 vasito de leche
1 1/2 cucharadita de orégano
sal y pimienta negra recién molida
(Base):
100 g de harina
una pizca de sal
una pizca de mostaza en polvo (yo no puse)
50 g de mantequilla o margarina, en avellanitas
50 g de queso, rallado
5-6 cucharaditas de agua
Preparación:
Para preparar la masa de la base, ponemos en un cuenco la harina junto con la sal y la mostaza en polvo. Añadimos las avellanitas de mantequilla y amasamos con los dedos hasta que la mezcla cobre el aspecto de migas finitas. Añadimos el queso e incorporamos el agua y mezclamos. Con una mano unimos toda la masa y la presionamos ligeramente dándole forma de bola. La envolvemos en un plástico transparente de cocina y la metemos en la nevera durante 30 minutos, para que enfríe.
Estiramos la masa con un rodillo en una superficie enharinada y forramos con ella un molde de tarta redondo de 23 cm o el anillo de un molde sobre la bandeja del horno. La metemos en la nevera durante otros 30 minutos.
Calentamos el horno a 200ºC. Sacamos la masa de la nevera y pinchamos la base en varias partes con un tenedor. Forramos esta tarta con papel de aluminio y esparcimos por encima unas judías o garbanzos. Metemos en el horno 10 minutos.
Sacamos la tarta del horno. Quitamos el papel y las judías o garbanzos y untamos el interior de la tarta con un poco del huevo batido del relleno. Bajamos el fuego del horno a 190ºC y volvemos a meter la masa 5 minutos más.
Para hacer el relleno, rehogamos los calabacines rallados en una sartén con un chorrito de aceite de oliva, a fuego moderado durante 3-5 minutos hasta que empiecen a ablandarse. Retiramos del fuego. Mezclamos en un cuenco los huevos batidos, la nata líquida y la leche y el orégano. Sazonamos con sal y pimienta.
Sacamos la tarta del horno y extendemos los calabacines uniformemente sobre la base; a continuación vertemos encima la mezcla de huevos y leche. Lo metemos al horno durante 40-45 minutos hasta que el huevo esté bien cuajado y dorado por encima.
