Como todo en ésta vida, las cosas cambian, y la vida y la agricultura han evolucionado muchísimo, ahora la uva ya no es competitiva y los bancales han dejado lugar a los invernaderos, el paisaje ha cambiado y ya no hay tantos caracoles como antes.
Qué rollo, no!!!! todo ésto para contaros que en los famosos balates de mi pueblo había antes muchos caracoles, así como en la sierra, ahora es más difícil encontrarlos, también por la sequía de los últimos años. Los de la sierra son riquísimos, porque comen aromáticas, tomillo, romero, salvia, de las que hay en el monte, así que ya no hay que aliñar los guisos con éstas hierbas, llevan el sabor incorporado.
INGREDIENTES
1 kg.de caracoles
1 1/2 l. de agua
sal
2 cebollas
1 o 2 guindillas
4 tomates grandes maduros pelados o un bote de un kilo de tomate triturado
250 gr. de almendras peladas
3 rebanadas de pan
pimienta molida o 6 pimientas en grano
ELABORACION
Poner los caracoles en una bolsa de rejilla cerrada colgados en un sitio fresco, durante dos semanas, para que ayunen y se limpien bien. Lavarlos muy bien repetidas veces con el agua corriendo, hasta que no suelten babas.
Poner un litro y medio de agua con sal en una olla, calentarla y cuando esté templada echar los caracoles para que salgan, y entonces subir el fuego a tope , cocerlos unos 10 minutos.
Hacer un sofrito con los ajos y las cebollas cortadas en trocitos, añadir las guindillas y el tomate, sofreir.
En una sartén aparte, freir las almendras y el pan. Picarlos con un mortero o con el molinillo de la batidora (se tienen que quedar trocitos pequeños)
Cuando el sofrito esté hecho, añadir los caracoles con el agua de cocción y el majado de almendras y pan, un poco de pimienta molida o las pimientas enteras y dejar hasta que se haga una salsa espesita. Si gusta el sabor fuerte, se puede añadir al majado un ajo crudo.
Espero que os guste!!!!
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