
Obsérvese que digo “ocurrencia” y no “invento” (aunque para mi es un invento ya que salió mismamente de mi cabeza) porque creo que en cocina está todo inventado y, a lo mejor, esta salsa tiene algún nombre propio (vamos... casi seguro


Tenía un par de filetes grandes de bacalao fresco (o sea, de pescadería) y me apetecía hacerlos con una salsa tipo bechamel, pero más líquida…

Estoy bastante preocupada, por otra parte, porque cada vez tengo una mente más “antidieta"


Bueno pues retomo… ahí estaba yo con mis filetes de bacalao y con mi nieto mayor a comer (que como come absolutamente de todo y bien, pues también se lo iba a dar). Les quité la piel y toda la espina que les podía quedar (esto de ver a Arguiñano, no os vayais a pensar… ¡es estupendo!

Aaahhh… también eché a última hora unos tallos de espárragos que tenía muertos de risa en la nevera.
Y esto fué lo que salió:

La salsa... propiamente dicha:
Ingredientes:
• Una cucharada de aceite
• Una nuez de mantequilla
• Una cucharada de harina
• Una pastilla de caldo de pescado
• Perejil
• Ajo picado o en polvo
• Un vaso de vino blanco (de los de vino… abundante)
• Leche
Preparación:
En una sartén poner el aceite y la mantequilla a calentar. Echar el perejil y el ajo (esta vez no lo puse porque ya lo llevaba el pescado). Disolver la harina y dorarla. Añadir la pastilla de caldo y una vez todo bien rehogado echar el vino y revolver bien. Ir añadiendo la leche necesaria hasta que la salsa esté a nuestro gusto.







