Hola hola!
No os podéis imaginar la ilusión que me hizo encontrar estos pimientos mini, tan ideales para rellenar, con su rabito y su todo, que te los comerías a besos de lo monos que son (¿a que sí?

), en la frutería que hay al lado de casa. Y es que en las tiendas de mi barrio esta variedad la traen a duras penas, y para acabar de colmar mi felicidad, esta vez, además, estaban de oferta. ¡Ojejei! Ya me veis tirándome encima de la cubeta con los brazos abiertos y llevándome tantos como podía abarcar.
La cuestión es que esta noche he aprovechado cuatro de ellos (dos por persona, por aquello del
parell de pebrots) para presentar la ensaladilla de una forma diver, colorista y fresca. Como además el pimiento desengrasa, si te quedas lleno con la ensaladilla, luego la bajas metiéndole mordiscos a esta roja y refrescante cazuelita.
Como me da hasta apuro poner la receta íntegra de la ensaladilla, porque todo el mundo se la sabe de memoria (de todas formas, si alguien quiere la receta detallada, que me la pida sin manías; yo encantada de ponerla

), simplemente me gustaría explicaros con qué ingredientes la he hecho yo, porque en casa le damos un par de pinceladas personales (o eso nos gusta pensar jiji

). Por un lado, usamos allioli en vez de mahonesa. Y por otro, incorporamos jamón serrano a la mezcla. Esta vez también llevaba langostinos. ¿El resto? Pues además del kit básico de patata-zanahoria-judía-guisantes, nos gusta con pimiento rojo, olivas rellenas partidas, huevo duro y atún. Y si le ponemos mahonesa en vez de allioli, agregamos ajo picado.
Espero que os guste!
Saludos!
