
El salmón es un pescado que, o gusta muchísimo....o por el contrario, no gusta absolutamente nada; incluso he comprobado que a gente que le encanta el pescado en general, éste no es de su agrado...
Yo no soy muy amante del pescado, me gusta, pero sin pasión ninguna, excepto el bacalao y el salmón, dos pescados con sabores en extremos muy distantes.....y me pasa una cosa curiosa, me gusta más el pescado si lo cocinan otros....por alguna extraña razón que no entiendo, jejejej, y sobre todo me gustan los pescados cuando van cocinados con alguna salsa.
Este plato es muy socorrido si tenemos invitados, porque sale gran cantidad y a muy buen precio, mucho más económico que el comprado y además mucho más rico.
INGREDIENTES
una cola de salmón de 1kg.
un kilo de sal ahumada
eneldo o hinojo fresco (o seco)
aceite de oliva virgen
ELABORACION
Quitar la parte más fina de la cola y reservar para otra preparación, lavarlo, quitar las espinas si las hubiera con unas pinzas y congelar al menos 24 horas. Después de éste tiempo descongelar dentro del frigorífico.
Preparar una bandeja con un fondo de unos 3 cm. en la que quepa justo el trozo de salmón, cubrir con el preparado de sal (al menos una capa de 1 centímetro) y poner el salmón encima con la carne hacía arriba; cubrir con el resto de la sal tapándolo completamente hasta que no asome ningún trozo.
Cubrir la bandeja con plástico de cocina pero sin tensarlo (ésto evita que el olor nos impregne los demás alimentos del frigorífico, pues ésta sal tiene un olor muy fuerte) y poner peso encima del salmón (un cartón de leche o cualquier cosa plana que tenga peso, por eso no podemos poner el plástico tenso).
Dejar el salmón en el frigorífico de dos a tres días (dependerá de si nos gusta más o menos curado y del grosor del salmón, si tiene más de 3 cm. de grosor dejar 3 días).
Una vez pasado éste tiempo, sacamos el salmón y lo lavamos bien bajo el grifo para retirar todos los restos de sal, limpiar con papel de cocina aprentándo contra él y dejar secar totalmente, una vez seco lo cortamos en lonchas muy finas con un cuchillo muy afilado.
Para cortarlo es mejor empezar por la parte más fina de la cola y poniendo el cuchillo tumbado de la parte más grande hacia la pequeña, así repitiendo la operación lograremos unas lonchas medianamente grandes; tambien lo podemos cortar en plano, pero ésto resulta bastante más difícil; otra opción es cortarlo por la mitad siguiendo la marca de la raspa y cortar daditos pequeños.
Una vez que lo tenemos entero cortado, lo ponemos en una fuente para servir, lo espolvoreamos con eneldo o hinojo y lo cubrimos totalmente de aceite de oliva de sabor intenso.
*Este salmón dura muhísimo tiempo bien cubierto de aceite en el frigorífico, y podemos preparar infinidad de preparaciones con él o comerlo tal cual, como aperitivo, en ensaladas, acompañado de salsa tártara, etc.
*Es imprescindible que el plástico de cocina no deje ningún resquicio por dónde salga el olor, si aún así el frigofício huele, solo hay que poner un limón abierto por la mitad que absorverá el olor (yo lo tengo siempre por costumbre), porque hay olores que nos pueden contaminar el sabor de quesos y otros productos que tengamos en el frigorífico sin envolver)
*No es imprescindible congelar el salmón, pero las recomendaciones de las instituciones sanitarias recomiendan congelar el pescado que se va a consumir en crudo por culpa del anisakis.