

Fue la merienda de los 5 niños que tuve en casa ayer junto con unos suizos (que ya pondré) y se pusieron las botas.

Hice la mitad de la receta del libro imprescindible porque solo tenia dos huevos,


Ingredientes
80 gr. de harina de repostería
130 gr. de agua
50 gr. de mantequilla
1 pizca grande de sal
1 pizca grande de azúcar
2 huevos pequeños (si son grandes, meter 120 gr. de agua)
1 huevo para pintar (no tenía)
Azúcar gorda
Pesar la harina y reservar.
Meter en el vaso el agua, la mantequilla, la sal y el azúcar, programar 8 minutos, 100ºC y velocidad 4. Añadir la harina de golpe y programar 15 segundos a velocidad 4. Sacar el vaso y esperar a que temple para no cocer los huevos. Cuando ya esta tibio, poner el vaso de vuelta en su trono, poner en velocidad 4 y poner los huevos uno por uno (que son dos). Cuando estén bien integrados, meter la mezcla en una manga pastelera con una boquilla lisa (la mía era risada porque mi peque me ha perdido la lisa).

Al cabo de una hora encender el horno a 200ºC y poner pequeños montones de masa (más pequeños que si fuese para profiteroles) sobre una placa de horno forrada de papel vegetal, un poco separados unos de otros pero sin preocupaciones porque crecen a lo alto y no mucho a lo ancho. Pintar con huevo batido y espolvorear con azúcar gruesa.
Bajar el horno a 180ºC y meter la bandeja hasta que estén dorados (20-30 minutos), ya sabéis que mi horno tiene vida propia y nunca me fío del tiempo, así que a vigilar.



Teneis que saber que no son rellenos, si fuesen rellenos serian choux a la crema o como los conocemos aquí, profiteroles.
Son muy pequeños y por eso son Simpáticos.

Et voilà.
Espero que os guste.



