A partir de ahí, lo que te han dicho: tapa bien cerrada, fuego máximo. Cuando en unos minutos oyes como la presión interior empujando para sacar vapor, bajas el fuego a la mitad o menos. Dejas un tiempo que se cocine lo que tiene dentro (que variará mucho dependiendo de lo que estés haciendo) y finalmente apagas.
Cristina Galiano ha escrito varios libros de cocina, muy interesantes. Ella dice que las ollas a presión y rápidas no conviene ponerlas bajo el grifo. Mejor dejar despresurizar ellas solas (acortándole el tiempo de cocinado, ya que mientras despresurizan, el interior sigue cociendo).
Pues a pesar de que me han ido muy bien las ollas rápidas, cuando me compré la FC las aparqué. No hay color. Las ollas programables son fáciles de usar, no requieren que estés en la cocina, polivalentes (desde un cocido a un bizcocho), aquí además tienes mucho recetario y apoyo logístico



