Una olla, una resistencia, un enchufe y un programador, en su caso, el sistema el mismo, una fuente de calor, un cierre que permite la generación de vapor a presión y un sistema , mas o menos sofisticado, de programación. Para gustos colores. Todas de fabricación asiática, no en vano su origen fue el de preparar arroz (alimento básico por esos lares) y su función idéntica a cualquier olla a presión normal con la ventaja de que, al estar controladas electricamente, admiten la programación y el apagado automático en función de lo programado, lo que no es poco y nos ayuda tremendamente en el dia a día.
