Le he mangado el portátil del trabajo a mi marido un momento para ponerme al día de los post.
Ante todo quisiera dar la bienvenida a tod@s l@s nuev@s que veo que son muchos. Ya me podéis perdonar tod@s pero soy incapaz de poder daros la bienvenida a tod@s por falta de tiempo y de recursos (mi ordenador parece que quiere estar en la uvi de forma permenente). Tampoco soy capaz de acordarme de todos vuestros Nick, por lo que daros todos por bienvenidos
Como lo prometido es deuda, pso a relataros mis andaduras vacacionales.
De mi viaje al Caribe... pues muy bién. Lo malo fué la humedad que nos hizo (más del 80%) y eso me dejó baldada. De hecho me dió una lipotimia un día y tuve que meterme en cama un buen rato hasta recuperarme, pero nada serio. Y es que llevo muy mal eso de la humedad.
Por lo demás el viaje fue muy bién. La gente es encantadora y nos trataron muy bién. Por ese lado me gustaría mucho volver pero lo pasé tan mal con el calor que tiene que pasar un tiempo hasta que se me olvide...
A la vuelta cogíamos el avión a las 18:00 (hora de allí). Nos habíamos levantado a las 8:00. Llegábamos a las 9:15 de la mañana a Madrid y pensé que podría dormir en el avión (siempre me quedo dormida), pero tuve la mala pata de que me asignaron el ultimo asiento de pasillo del avión justo donde estaban los baños y tuve que aguantar las 8 horas de vuelo el trasiego de gente que iba y venía al baño, y al formarse colas, la gente se apoyaba en el respaldo de mi asiento, con lo que eso de dormir fue imposible.
Supongo que os imaginaréis lo cansados que llegamos a Madrid. Pero como somo de Bilbao (más brutos que un arado...) y pensamos las cosas en frio antes de hacer el viaje, habíamos reservado hotel en Cádiz (La Línea de la concepción) porque queríamos ver a unos amigos que viven allí. De modo que después de coger las maletas nos montamos en nuestro coche y nos pusimos rumbo a Andalucía (unas 6 horas) llegamos reventados a eso de las 17:30. Yo iba arrastrando los pies por el pasillo. Dejé la maleta y me tumbé en la cama con las piernas en alto (tenía los tobillos inchados como botas) y me quedé neque como hora y media, duchita y a celebrar mi cumple con estos amigos que os comento.
De verdad que fue una matada pero mereció la pena volver a verlos porque nos vemos solo una vez al año y su hija pequeña es nuestra ahijada.
Estuvimos un par de días con ellos y nos volvimos a casa de un tirón (repito que somos más brutos que un arado) y nos plantamos en Bilbao en 11 horitas de nada, bueno paramos a comer un sandwich y un café por el camino.
Confieso desde ya que he cometido muchas montibarbaridades
, aunque prometo que la idea inicial era no saltarme la dieta (¡Qué inocente!), pero procuré ser lo menos Monticanala posible, palabrita del Niño Jesús. Y bueno, el balance no ha sido tan mal, 2 Kilitos que me he traido enganchados al michelín.
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