Balderine escribió:Ardid escribió:
Un solo ejemplo, desde luego, no puede ser representativo, pero puede indicar a qué se puede llegar. Tengo 33 años, tengo un trabajo que me permitiría pagar yo sola la hipoteca, y ese trabajo lo tengo gracias a que no tuve hijos cuando necesitaba todo mi tiempo para prepararme. Podría separarme de mi pareja y sobrevivir económicamente yo sola, sin ningún problema. Mi abuela no hubiera sobrevivido ni la primera semana, la señora cosía para otros cuando sus cuatro hijas se lo permitían.
Pues mis dos abuelas se quedaron viudas las dos, una con cinco hijos y la otra con siete. Y salieron adelante. La madre de mi jefa también se quedó viuda con cinco hijos y también salió adelante, sola porque el resto de la familia ni siquiera tuvo la decencia de echarle una mano. Antaño las mujeres también salían adelante, incluso con toda una
manada de niños. Pero hoy en día, al empresario no le gusta una mujer con hijos, simplemente porque todavía impera una mentalidad machista. Algunos se olvidan de que un niño tiene madre y
padre. Tal vez no sean las mujeres las que deban cambiar sus hábitos de reproducción, más bien algunos empresarios deberían cambiar su mentalidad. Porque si ambos padres cuidaran por igual a los hijos, teniendo el padre un permiso de paternidad en cierto modo obligatorio (porque siempre pasa lo mismo, que aunque haya la opción de este permiso para los padres, a la hora de la verdad siempre son las mujeres las que pillan el permiso de maternidad para cuidar a los niños y esto debería cambiarse, pocos hombres aceptan quedarse en casa a cuidar niños mientras su mujer está trabajando), las cosas serían muy distintas. Pero todavía existe ese pensamiento machista que supone de entrada que va a ser la mujer la que va a cuidar de los hijos y eso no está bien visto en el mundo laboral. Los hombres, una gran mayoría, siguen pensando igual que antes, salvo honrosas excepciones, a la mayoría le gusta tener a la mujer bien sujeta y por debajo de ellos. Y la teoría es muy bonita pero la realidad es otra. Pocos hombres ayudan en las tareas del hogar simplemente porque no les da la gana hacerlo y si la mujer no las hace, la casa parece un campo de batalla, hay desorden por todas partes. Muchos de ellos siguen apoltronados en ese machismo antiguo que les va tan bien y les evita tanto trabajo: es mucho más cómodo llegar a casa y no dar golpe que tener que poner lavadoras y tender la ropa. Aún así, te doy la razón cuando dices que la mujer tiene cierta culpa al admitir este comportamiento. En estos casos, la mujer debería plantarse y exigir colaboración porque si no, los roles tradicionales no cambiarán nunca. Pero a veces es molesto tener que estar siempre batallando y exigiendo algo que en principio tendría que salir por iniciativa propia.
La cuestión que se trata en este post es si la píldora es buena o mala para la salud y me parece que está quedando bastante claro que no lo es. Por eso, tal vez se debería buscar algún método anticonceptivo con menos efectos secundarios o por lo menos que no fueran tan peligrosos. Todavía recuerdo la primera vez que leí el prospecto de mi primera caja de píldoras....lo primero que pensé es cómo el médico pudo recetarme semejante cosa que prácticamente te podía llevar a la tumba por la cantidad de efectos secundarios peligrosos que podía producir. Me calmé un poco cuando leí que los efectos secundarios eran peores cuanto más añosa era la mujer que los tomaba y yo en aquella época tenía 16 años (me las recetaron para regularizar el periodo, aunque no me sirvió de nada porque después se demostró que eran unas gotas para la conjuntivitis las que me producían el problema ginecológico).
Lógicamente siempre se ha salido adelante, pero cuando una mujer se queda sola y no trabaja (el caso de las que, como nuestras abuelas, tenían un porrón de hijos), su nivel de vida se ve gravemente afectado, y la única manera de mantenerlo es... volverse a casar.
Yo no creo que las mujeres tengan cierta culpa de cargarse todo el trabajo doméstico, creo que tienen toda la culpa. Para querer a alguien y vivir con él, la mayoría de personas necesitamos pruebas de que el amor es recíproco. Pues para mí, llegar a casa y encontrarme a mi marido en el sofá cuando hay cosas por hacer no es en absoluto una prueba de amor. Esa situación yo no la aguataría ni dos semanas. Por eso tengo una relación de igual a igual, aunque a otras mujeres les sienta mejor decirme que es que he tenido suerte
En cuanto al cambio de mentalidad empresarial, tampoco estoy de acuerdo contigo. Los empresarios son una máquina para ganar dinero. No le puedes pedir que cambien su mentalidad. Es su actitud lo que deben cambiar, y sólo lo harán cuando las leyes les obliguen a hacerlo. ¿Crees que la seguridad en el acceso a un establecimiento es algo que el hostelero cuida porque aumenta sus ventas? Para nada, la cuida porque hay una ley que le obliga a ello. Pues lo mismo. Es el Estado el que debe legislar a favor de equilibrar no tanto los derechos laborales (que ahí ya se ha avanzado bastante), como de las obligaciones domésticas. Y ello se conseguiría con el establecimiento de un permiso de paternidad, independiente del de maternidad, intransferible. Es decir, el padre tendría otras 16 semanas de permiso, y si renuncia a ellas, su mujer no puede tampoco tomarlas. ¿Crees que la reticencias a esto está sólo en los hombres? Coge esta idea y ponla en el post de al lado, en el de embarazos, y verás cuántas mujeres no estarían dispuestas a irse a trabajar y que su marido se quedara 16 semanas cuidando al bebé. Desgraciadamente, la educación impuesta nos ha inculcado que el cuidado de los hijos es un derecho precioso, sin ningún componente de obligación. Y muchas mujeres no están dispuestas a llegar del curro y que su marido les diga que el bebé a dicho su primera palabra. Sencillamente se morirían de tristeza.
Perdón por el rollo, pero es que este tema me embala.