

Miguel se despierta en casa con una tremenda resaca. Se esfuerza por abrir los ojos, y lo primero que ve es un par de aspirinas y un vaso de agua en la mesita de noche. Se sienta y ve su ropa toda bien limpia y planchada frente a él.
Miguel mira alrededor de la habitación y ve que todo esta en perfecto orden y limpio. El resto de la casa esta igual.
Coge las aspirinas y ve una nota sobre la mesa:
“Cariño, el desayuno esta en la cocina, he salido temprano para hacer unas compras. Te quiero.”
Así que va a la cocina, y cómo no, ahí estaba el desayuno y el periódico del día esperándole.
Su hijo también esta en la mesa, desayunando. Miguel le pregunta,
- Hijo, ¿que pasó ayer por la noche?
Su hijo le contesta:
- Pues volviste a las 3 de la madrugada, borracho, meao encima y gritando. Rompiste algunos muebles, vomitaste en el pasillo y te pusiste un ojo morado cuando te diste contra la puerta.
Confundido, Miguel pregunta, “¿Y como es que todo esta tan limpio y ordenado, y el desayuno esperándome en la mesa?” Su hijo contesta,
- Ah, eso!
Mama te arrastro hacia el dormitorio y cuando intentó sacarte los pantalones, tu gritaste:
- Quieta zorra! Que estoy casado!