Llevo dos días leyendo el post y acabo de terminar, muchísimas gracias por compartir vuestras historias, me ha encantado leerlas y ojalá que esto siga adelante.
Yo tenía este tema un poco olvidado y me ha venido muy bien entrar en él de nuevo, estoy leyendo de nuevo el libro de los espíritus........me está reconfortando mucho.
No tengo gran cosa que aportar (afortunadamente porque soy muy miedosa), pero alguna cosilla sí, claro.
De chavala hice la ouija con unas personas que "sabían" y la verdad es que no recuerdo que pasara nada malo ni extraño. Estas personas lo que hacían era tratar a los "espíritus" de tú a tú, vaya, que si no tenían modales o decían cosas malas le despedían sin contemplaciones.......a mí eso me hacía mucha gracia, pero hoy no lo haría ni de loca ni con la persona más experimentada del mundo.
Con lo que pasé verdadero miedo fue con otra experiencia espiritista distinta que ya no recuerdo exactamente en qué consistía, lo hicimos con cartas de la baraja española y un vaso y el objetivo era charlar con alguien y hacer preguntas.
Como es típico en la adolescencia creamos "ambiente", toda la casa a oscuras excepto una lámpara de pie que nos dejó en penumbra, lo justo para ver las cartas. La puerta de la habitación la entornamos (sin cerrarla del todo) y no había nadie más en el piso ni en el edificio. La noche era tranquila y estábamos cerradas a cal y canto.
En un momento dado, cuando llevábamos un rato de charla con el espíritu la puerta se abrió y se cerró (no del todo volvía a la posición de entornada) dos veces seguidas y con rapidez, y al abrirse entraba mucha luz (no era la de las farolas, mucha más cantidad)
Salimos de allí por patas y tiramos el vaso en el río (muy cívicas nosotras)
En esta ocasión tampoco recuerdo que me pasara nada malo ni raro, ni a mí ni a mis amigas, no obstante ya digo que no lo vuelvo a hacer ni loca.
Saludos y a ver si esto se anima de nuevo.

