Y no sólo después de dar a luz. En mis tiempos, (nací en 1960), no te dejaban ducharte ni lavarte el pelo mientras tenías la regla. Todas las abuelas del mundo conocían a una de su pueblo que se había vuelto loca por hacerlo.
Yo, como mi padre era ATS y decía que eso eran chorradas, me libré de la prohibición, pero mi abuela seguía rumiando que ella sabía de una que se había vuelto loca por eso y que a ver si me iba a pasar algo. Si estaba sola con ella, no me dejaba ducharme, ni tomar bebidas frías ni helados.
Pero lo gordo del asunto es que todavía hay gente más joven que yo, que sigue diciendo a sus hijas que bañarse en el mar los días de regla es malísimo y les va a dar un patatús.
Mi abuela me decía, cuando yo estaba embarada ya avanzada, que tenía que comer mucha mantequilla, porque se ponía toda en la cabeza de la criatura y así nacía más fácil porque resbalaba

. ¡Ay mi abuela y sus cosas, cuánto la echo de menos!
