Evidentemente como en todos los campos siempre hay profesionales más o menos competentes, de eso no cabe duda. De hecho pienso que la profesional con la que trates te tiene que dar cierta confianza.
Es evidente que cuando yo tenga a mi bebé intentaré sobreprotegerle como todas y sufriré por si mi bebé se muere de hambre, como todas supongo. Pero eso no quita para que hagamos caso de los profesionales que dedican una carrera a esto y que ven todos los días bebés y saben qué deben comer y las pautas que deben de seguir.
Desgraciadamente si siguiéramos dichas pautas muchos de los niños que ahora son obesos no lo serían. Lo que crees que haces como favor para ellos con el tiempo se convierte en algo que se nos va de las manos. Por supuesto no quiero que penséis que soy extremista en las opiniones pero todas sabéis que antiguamente se asociaba la belleza del bebé con su robusto lustre. Hoy en día se ha demostrado que el dar de comer descontroladamente a los bebés no es algo positivo. Ya sabes que los extremos nunca son buenos siempre hay que intentar buscar el término medio.
Yo no tengo ni idea de cuanto debo dar de comer a mi bebé, pero tengo claro que preguntaré a mi pediatra que pautas seguir. Evidentemente cada especialista tendrá una opinión según su propia experiencia y por eso es fundamental que estés conectada con el especialista que atiende a tu bebé y te dé cierta confianza. Si no me proporciona dicha confianza directamente cambiaré de pediatra pero no haré lo que yo crea mejor porque aunque lo haga desde el máximo cariño y amor hacia mi bebé al final sin quererlo a lo mejor le perjudico más de lo que le beneficio con mis actos.
