Cuando hablé de países como Suecia, te contestaba al tema de la productividad. Allí los permisos son mucho más largos, y a la vez la productividad del país es mucho más alta que aquí. Creo que no hay causa-efecto entre permisos y poca productividad.
En cuanto a que las empresas pequeñas no pueden asumir los permisos, está claro que tú lo has vivido en carne propia, pero a mí me cuesta creer que una empresa de 6 trabajadores, pongamos que tres hombres y tres mujeres, que si siempre son los mismos, ¿qué historial de permisos pueden tener a lo largo de su vida laboral? ¿2 series de 16 semanas por cada mujer, poniendo que tengan 2 hijos? ¿y 2 series de 4 semanas cada hombre? Creo, sinceramente, que el éxito o fracaso de una empresa no viene determinado por los permisos que el Estado reconoce a los trabajadores, teniendo en cuenta de el sueldo corre a cargo del Estado (de todos, vamos).
En cuanto a la conciliación, ahí sí te doy la razón en que en las empresas pequeñas es más difícil, y más si todos quieren conciliar de la misma forma, pero eso ya depende de la organización de la propia empresa y de lo dispuestas que estén las partes a poner de su parte.
Por supuesto que tengo claro que el papá estado somos todos. Por eso siempre he estado a favor de impuestos altos (pero siempre de forma progresiva, y estancando el asunto para que nadie tenga un resquicio por el que escaparse). La pena es que en países como éste sólo se plantea una subida cuando el país naufraga, para, al final, tener unos servicios iguales o peores a los que teníamos. Los impuestos debían haber subido cuando había vacas gordas, y así incrementar el gasto social, que al final revierte en todos: mejor educación PÚBLICA, mejor sanidad PÚBLICA, más escuelas infantiles, más geriátricos. Ahora nos subirán, pero seguiremos sin nada de todo eso
Siento el rollo
