Ingresé el lunes día 2 para la preinducción del parto. Me dieron el gel para preparar el cuello a eso de las cuatro y media de la tarde, pero avisándome de que la inducción real, con oxitocina, la harían a la mañana siguiente. Pues bien... el caso es que a las dos horas de darme el gel, comencé a sentir dolores fuertes, como de regla, continuos. A eso de las ocho subimos mi marido y yo a la habitación, donde seguí con muchos dolores, y a las once me bajaron otra vez a monitorizar, todavía con esos dolores tan molestos. Lo cierto es que temiamos la noche que me quedaba por delante, con tantos dolores, porque no iba a poder descansar nada, y al día siguiente iba a estar muy cansada como para parir por inducción.
Pero... ahhh...
A la media hora de monitorizarme comencé a tener una fuerte contracción con necesidad de empujar y, aunque al principio no me creían (primeriza yo), me exploraron y justo en ese momento se rompió la bolsa que literalmente empapó a la doctora (le estalló en la cabeza


El caso es que me dijo que efectivamente estaba de diez centímetros, completa, y en expulsivo. Como no había celadores en ese momento, tuvieron que ayudarme la doctora y mi marido para ir ¡¡andando!! por el pasillo hacia el paritorio, sin ponerme epidural ni nada. La doctora dijo que iba a parir como las antiguas, caminando para que el niño terminase de bajar. Así tuve la oportunidad de empujar de pie, cosa que me vino muy bien. Por el pasillo sentía la cabeza ya entre mis piernas, cosa que la doctora verificó con una exploración agachándose en medio del pasillo, y le hizo una señal a mi marido apremiándole por que no llegábamos (vamos, todo un show). Al llegar al paritorio, me sentaron y le dijeron a mi marido que mirase la cabeza que ya estaba asomando.
Con solo dos empujones, Rubén estaba fuera y encima de mi pecho. En definitiva, un parto genial. Firmo por tener otro igual.
Y sin duda, y con diferencia, el momento más feliz de mi vida.
Y en todo momento estuve con el niño, no me lo quitaron para nada. Todas las pruebas las hicieron con el niño encima de mí, excepto pesarle, que lo hicieron en porque venía pequeño, unos 2,300 kg. (el tema de la preclampsia).
Pero bueno, ahora está bien, come bien, y está precioso y ya en casita ¡¡qué voy a decir yo!!
En cuanto pueda cuelgo fotos.
Besitos.