Una mañana bien lluviosa, no paró de llover, aunque ello no nos impidió acabar con las existencias de la tienda.
Increíble, desde las 9:30 de la mañana que llegamos y salimos las últimas de allí, a la 1 de la tarde, y todo ello en no más de 40 metros cuadrados
y las que iban saliendo, debajo de la lluvia en la acera aunque algunas fueron adelantando y se fueron a The American Store.
A ver quién es la que luego dice que no compró
En The American Store no hice fotos, pues era tanta el agua que caía, y cada quien estaba por su lado, que fue como quien dice imposible
Y a las 3 a comer en el Restaurante De Prado. Todo buenísimo como siempre
Y por supuesto Hugo, después de una mañana tan ajetreada también quería comer
Y a las pocas horas de ésta suculenta comida, vendrá la cena
PROXIMAMENTE......... data-ad-format="auto" data-full-width-responsive="true">