Aunque te pueda sonar un poco extraño, depilarse con azúcar es algo antiquísimo, y logra unas piernas lisas, sin vello alguno y además, actúa como un excelente exfoliante natural.
Para hacer la pasta sólo necesitas una taza de azúcar y un limón, y verás que es algo bastante sencillo. Coloca la mezcla a fuego lento y muévela constantemente hasta que el azúcar esté totalmente disuelto con el limón. Para saber si la mezcla está lista, coloca un poco de pasta en una cuchara y ponla en agua fría; si se forma una bola suave, ya está.
Aplícala sobre la piel que quieras depilar mientras esté tibia, la consistencia debe ser como si de un chicle se tratara para que así pueda adherirse a tu cuerpo, pero no al punto de que sea difícil desprenderla y nos haga daño. Verás como se quedan las piernas muy suaves.
Úntala con tus dedos siguiendo la dirección del crecimiento de los vellos, y retírala en el sentido contrario. Cuando deje de pegarse a la piel, vuelve a calentarla. Es una forma muy antigüa, pero efectiva y sobre todo económica. Sólo con azúcar, limón y nuestra propia mano de obra tenemos lista la mejor crema depilatoria durante siglos. Pruébala…
Edito para advertir que el caramelo caliente puede provocar quemaduras graves, se debe manipular con las debidas precauciones. Hay que dejar enfriar completamente el caramelo antes de tomar porciones con los dedos, que se amasan antes de aplicar sobre la piel. Algunas chicas parece que lo utilizan cuando aún está tibio, pero a mi me ha funcionado mejor cuando ya está frio del todo. data-ad-format="auto" data-full-width-responsive="true">