Mi pareja y yo nunca quisimos hijos, pero un día con trenta y tantos oí la llamada de la selva, me dí cuenta de que mis padres y suegros se hacían mayores y sin nosotros que solitos estarían y así fue como hablando con mi costillo, resulta que él también se había vuelto blando!
Tengo a dos enanos de 9 y 7 años, que me dan mucha caña, no volvería atras en el tiempo, pero no me considero ninguna madraza. Pienso que sin ellos también viviría muy bien.

