De todos modos en los tiempos de crisis que corren, una trabajadora y mujer con hijos debería darse con un canto en los dientes solo por tener trabajo, yo estoy detras de uno en una cocina por 800 euros sin dar de alta, y con horario de mañana y tarde los 7 días de la semana, que no voy a ver a mis hijas hasta que me jubile, pero si me llaman y lo rechazo, pues no comemos. Y ojalá me llamen.
Así que puestos a quejarnos nos quejaremos todos.
