Os cuento una mía:
Los inviernos en bilbao son mu malos, muy fríos para mi gusto, y el edificio donde viven mis padres es antiguo, con suelos de baldosa así que hace muuucho frío. Pues yo para estar en casa me ponía capas y capas de ropa, luego una bata y unos calcetines viejos, los más viejos q tengo, amarillos y llenos de pelusas y como hace taaaanto frío me los ponía por encima del pantalón del pijama. Pues subió una vecina a casa, es una señora mayor y me pidió que bajara a su casa a ayudarla con unas cuentas de la administración del edificio, Bajé de esa guisa a su casa, me daba igual porque hay confianza, yo tenía unos 15 años...y mi vecina un sobrino de mi edad q estaba buenorro y a mi me gustaba. Y yo no contaba que el chaval ese día estaba en casa de su tía


