Bueno, pues eso, nos juntamos todos. Ahora, por estas fechas, ya nos toca hacer los papelitos del amigo invisible. Claro, ellos son 11 hermanos, que no lo he dicho, pero ahora somos... pfff, 11 hermanos más... 9 parejas... más... 11 "niños" (lo pongo entrecomillado porque yo soy la mayor




La noche de Reyes, en esa casa, en el salón, que es enorme, todos ponemos nuestros zapatos. Imaginaos una sala enorme con... yo qué sé, 30 pares de zapatos o así. Ponemos cafés para los Reyes, polvorones y un barreño de agua para los camellos y a la cama. Cuando era pequeña era casi imposible dormir esa noche de la emoción. Y aún ahora me cuesta, no creas!!
La habitación donde están los zapatos se cierra con llave y esa llave la guarda el más mayor de mis tíos. Claro, aquí ya, cuando eres mayor, también mola ir dejando paquetitos por todos lados, a tu amigo invisible, a mi primito (que es mi ahijado y tiene 2 años), a mis hermanos y a mis padres. Aunque a mí no os creáis que me hace mucha gracia, me gustaba más no ver los paquetes. Los paquetes, por supuesto, tienen que estar todos envueltos, a excepción de los de los más peques, que no van todos envueltos porque, aparte de que son muchos, a ellos les interesa más cotillearlos, etc.
En fin, la puerta se cierra con llave y al día siguiente esa puerta no se puede abrir hasta que no está todo el mundo levantado y desayunado. Total, las 12 de la mañana como pronto!! Los nervios son terribles, sobre todo cuando eres un niño!! Cuando ya por fin llega el momento, nos colocamos de menos a mayor haciendo cola en la puerta y el primero con un poco de edad (mi hermana, por ejemplo, que tiene 15 años) abre las contraventanas mientras todos nos dirigimos a nuestros zapatos!! Es impresionante ver una sala enorme llena de regalos hasta arriba y de caramelos. A veces "los Reyes" cambian los zapatos de sitio o hasta los esconden!! No sé, pero es mágico. Para mí es el mejor día de la Navidad con mucho, me encanta que aún siendo mayores todos conservemos más o menos intacta la ilusión por ese día. Es maravilloso

Los dos últimos años mi novio ha conocido por fin lo que es vivir ese día allí y le ha gustado mucho, aunque le agobiaba un poco!! Es que en su casa los Reyes casi no se celebran y cuando era pequeñito sus padres no podían permitirse comprarles casi nada. Y como nosotros tenemos muchos regalos yo siempre le busco mil y un cosas. Le compro el regalo grande o un par de regalos grandes y el resto cositas que voy encontrando para que sus zapatos también tengan muchas cosas

Ojalá nunca perdamos esta tradición!