Los míos no son el mejor ejemplo a seguir porque dormitan en la mesa sin inmutarse. Al principio los regañaba, les daba un spray de agua... pero pasan de mí, soy demasiado blanda. Pero el gato de mis padres... para él mi madre es LA LEY, así, con mayúsculas. Ella tiene su butaca. Pero da la casualidad de que esa misma butaca también es la butaca que le gusta al gato. Pues si él está dormido sólo se levanta si va mi madre, que entonces se larga (eso sí, antes de darle tiempo a decirle que se largue, es algo así como "me voy porque quiero y no porque me eches...)
Y conozco gatos extremadamente obedientes. El de un amigo no pasa a determinadas habitaciones. Y el gato que tenía antes lo mismo, sabía perfectamente los sitios donde no podía estar y obedecía. A mí me parece increíble.
Yo es que como son los niños de mis ojos los tengo un poco consentidos...


Raky, tienes que conocerlos



