"CHURRO, MEDIA MANGA O MANGOTERA"
Hoy venía yo pensando en el coche que ya no se ven niños por la calle jugando a los juegos de ANTES. El antes con mayúsculas es el de cuando yo era pequeña. Como mucho se ve algún niño jugando al fútbol, pero cuando aparece otro con la Game Boy, a hacer puñetas el balón.
Cuando yo tenía 9 ó 10 años, los crios casi vivíamos en la calle y ¡anda que no había juegos para entretenerse!. Juegos de niñas, había muchos. A saber:
- El truque. Las niñas jugábamos a pintar unas cuadrículas en el suelo y luego ir saltando a la pata coja de cuadro en cuadro. Este juego fue el precursor de uno que yo tuve luego en mi primer PC y que no me acuerdo de cómo se llamaba, mira tú por dónde. El truque admitía variantes: de castillo o de muñeca, con piedra o sin piedra.
- La comba. A esto las reglas decían que se ponían a "dar" al principio las más tontas y siempre empezaba saltando la dueña de la cuerda. Podías jugar a "doubles" (léase dubles), y en esta modalidad era necesario pegar una patada al suelo para impulsarse más. Las más torpes terminábamos con la coleta enredada en la cuerda y de mala leche por el tirón de pelos y porque perdíamos el turno.
- La goma. Este juego era realmente peligroso. Se jugaba en "pantallas", como los de la Play Station. Al principio era sencillo. Cuando ibas por "segundas" o "terceras" (esto dependia de la posición de la goma), todo marchaba sobre ruedas. Ya de "cuartas" para arriba empezaba la cosa a complicarse. Riesgos de "esmorrarte" contra el suelo al saltar o, lo que es peor, enseñarle las bragas a los niños al levantar las piernas. Cuando pasabas a "cuello", el riesgo era de estrangulación para las que sujetaban la goma. Si conseguías pasar a "cabeza" (he conocido yo pocas niñas que hicieran esto), entonces el riesgo era de dejar tuerta a la niña de enfrente si a una de ellas se le escapaba la goma por encima. Gracias a Dios esto no lo ví nunca.
- El churro, media manga, mangotera. Este juego te dejaba sacar tus instintos más bajos al saltar. Lo jodido era que te tocara "ponerte". Y, aunque no se han realizado estudios sobre el tema, creo que la peor posición era la de la "madre", que aguantaba los cabezazos en el bajo vientre. Y si la "madre" era chico, peor que peor, porque imagino que en lo que hay bajo el bajo vientre, los cabezazos se notarían más.
Este último juego era "mixto", igual que el "escondite inglés" (sin mover las manos ni los pies) o el "abuelita, abuelita, ¿qué hora es?" y la abuelita te respondía: "las cuatro de elefante", si le caias bien o "la una de hormiga" si le caias mal, ya que el juego consistia en dar pasos del tamaño y modo del animal que te tocaba. A los chicos les solias decir las tres de bailarina, aunque aún nadie me ha explicado por qué narices se consideraba a la bailarina un animal. El caso era verles hacer el pánfilo.
De juegos de chico, controlo menos, porque no tengo hermanos, fui a un colegio de monjas (nada de "mixturas") y ANTES los niños jugaban aparte. Nada de mezclarse, que por ahí se empieza y se acaba viviendo en pecado. Pues eso, que a menos que alguien escriba un "Manual de uso y disfrute de la peonza", "El tirachinas, ese gran desconocido" o "Los misterios del guá", el único juego de niños que más o menos controlo es el fútbol. Y, claro, teniendo en cuenta que mi "costi" es del Barça y yo del Real Madrid, ese es tema "non grato" en mi casa.
