Pues bien... entre la sensación de deber puntos, que hoy he tenido dos disgustos gordos (no graves, solo gordos porque me los he tomado así) y que vengo del gimnasio, y que estoy esperando la regla, con las ganas de dulce que eso da, resulta que he cenado todo lo que me ha apetecido: una tostada con algo de queso, lacón y jamón serrano.... un merengue linesa, , un buen pedazo de tartadunia. Y para rematar, un par de mitades de nuez, dos dátiles y 6-7 avellanas....
Y ¿os podéis creer que no tengo remordimientos?



1) Por ser algo absolutamente excepcional que no he hecho en dos meses y medio.
2) Muy especialmente, porque cuando me ha apetecido comer algo dulce he abierto el armario, he visto un phoskito de chocolate que en otros momentos me habría tirado a por él, y he elegido los frutos secos. Valeeee... que igual tienen los mismos puntos, pero sin lugar a dudas son MUCHO más sanos, que además, he contado cuántos me comía y los he saboreado a tope.
En fin... que igual he lanzado a la basura la pérdida de peso de esta semana, pero necesitaba comerme esas cositas.
Mañana, borrón y cuenta nueva SIN recuperar nada, que eso me provoca mucha ansiedad, y al final es peor
