
1) Preocúpate. Las preocupaciones, angustias o tensiones de trabajo regularmente te quitan el hambre y además te hacen quemar calorías. Puedes quemar hasta 700 diarias.
Esconde el control remoto. Fácilmente puedes quemar 200 calorías extras al día si dejar de usar los controles y haces todo a mano (cambiarle a la tele, poner una película, abrir la puerta de tu cochera, abrir una lata, etc).
. Compra en pequeñas porciones. Entre más grande sea el paquete de lo que compres de comida, más vas a comer.
Practica intervalos. Cuando salgas a correr aumenta tu velocidad en la ultima vuelta. Esto te ayuda a quemar más calorías sin alargar el tiempo que ejercitas. También ayuda a fortalecer tus músculos y huesos.
Alquila una película de miedo. Cuando tienes miedo, lo más normal es que se te quite el hambre o te dé menos. Y cuando estás contenta o enojada, normalmente te da más hambre.
Refleja tus elecciones. Mírate en un espejo mientras estés comiendo, esto de ayudará a consumir de un 22 a un 32% menos.
Suelta y haz 10. Antes de que abras el bote de nieve o el chocolate que tienes en la mano, déjalo a un lado y haz 10 sentadillas o abdominales. Es muy probable que te piques y hagas más o hasta se te olvide lo que ibas a comer.
Huele la comida. Cuando se te antoje mucho unas galletas que acaban de preparar en tu casa, intenta esto: Concéntrate en el aroma por unos 30 segundos, luego coloca un pequeño pedazo en la punta de la lengua por otros 30. Saborear el aroma y sabor te puede ayudar a no comer más de una galleta.
Como sopa con pedazos de verdura. Si comes sopa con pedazos grandes de verdura, te cansas más rápido y te llenas más que si comes una crema de algo o una sopa sin pedazos.
Absorbe la grasa. Con una servilleta de papel puedes deshacerte de casi una cucharita de aceite (o 40 calorías y 4.5 gramos de grasa), de dos pedazos de pizza.
Come alimentos "pesados". Las calorías y los gramos de grasa de la comida no es lo que te llena, sino el peso de la comida. Come menos y siéntete satisfecha con alimentos pesados pero bajos en calorías (naranjas, fresas, toronjas, espinaca cocida, brócoli, etc).
Opta por pescado. Las diferentes variedades de pescado son ricos en omega-3 (ácidos grasos), que te pueden ayudar a quemar calorías gracias a que hacen trabajar tu metabolismo. Las personas que hacen dieta para adelgazar que incluye pescado, pierden 20% más peso que las que hacen una dieta sin pescado.
Inspírate. Si ya traes un buen ritmo de comer comida saludable, y no quieres salirte; puedes colocar letreritos en distintos lugares de tu casa (incluyendo el refrigerador y la despensa) con mensajes como: "Nada sabe mejor que la sensación de ser delgada", "No te dejes vencer por una simple galleta".